El poema que fuera dedicado por Juana de Ibarbourou a Marbe Gorosito Tanco Orlando, con motivo de cumplir sus 15 años de edad, toma en cuenta uno de los momentos que se creían claves en esa época para la conformación de la identidad femenina. El poema fue publicado en el diario “El Bien Público” el 7 de febrero de 1958. A continuación transcribiré de la obra: Los poetas fundacionales del Cono Sur. Aportes Teóricos a la Literatura Latinoamericana, cuya autora es la Dra. Elena Romiti el texto anterior al poema. “Hace algunos días celebró sus quince años la agraciada e inteligente niña Marbe Gorosito Tanco Orlando. Con tal motivo nuestra gran poetisa escribió este bello y emotivo poema, que nos complacemos en publicar”.
POEMA A MARBE GOROSITO TANCO ORLANDO
¿Qué flor de miel y raso te enviara;
A ti la niña que nació entre cantos?
¿Qué pulsera de azúcar y de plata,
¿Qué prendedor de estrellas y de pájaros,
Para adornarte a ti, niña de mimos,
De risas claras y vestidos blancos?
¿Qué te enviará yo, río de nieblas,
País sin eco, tierra sin distancias,
Siendo como eres un lucero nuevo.
Y en la mano de dios, rosa del alba?
Tierna mi mano junto a tu mejilla,
Una caricia leve en el cabello.
Con reflejos de luz, como la seda,
No sé que flor; tampoco sé que verso.
Eres tan rica (sé que eres tan rica),
Que cuanto tengo me parece poco.
Para tu inmensa juventud. Superas
La joya de oro y hasta el astro de oro
Toma por fin, pequeña, esta sortija:
Un beso entero de tu dedo en torno.
La Profesora de Literatura, María Clara Umpierrez, egresada del Instituto de Profesores Artigas, publicó en el No 9 de la revista “SIC” de la Asociación de Profesores de Literatura del Uruguay, en agosto del 2014, el siguiente análisis del poema de Juana de América dedicado a Marbe Gorosito Tanco Orlando:
Es un texto corto, precedido de un párrafo en el que se comunican las circunstancias en que fue escrito y a quien está dedicado, aportando datos sobre la familia de Marbe y su importancia.
Marbe era hija del doctor José Gorosito Tanco, quien fuera poeta, médico y Diputado por el Partido Nacional representando a su departamento natal Treinta y Tres donde nació el 2 de agosto de 1899. Es autor del Escudo de Treinta y Tres y del Escudo de Aiguá en departamento de Maldonado. Cultivó la poesía romántica y gauchesca.
En 1938 publicó su poemario “Vibración” que mereció el Premio del Ministerio de Instrucción Pública. Ganó el Primer Premio em el Concurso Poético de la Primera Fiesta Nacional de Arroz y fue Premio extraordinario en los Juegos Florales realizados en la Ciudad de Heredia en la República de Costa Rica. Murió el 2 de julio de 1959.
La intención del yo lírico es la de obsequiar a Marbe, aunque hace notar que todo lo que tiene es insuficiente y de poco valor en comparación con las cualidades que posee la niña, como su juventud, belleza, amor y felicidad: “Eres tan rica (sé que eres tan rica), /Que cuanto tengo me parece poco/Para tu inmensa juventud”.
Asimismo el yo lírico señala las diferencias entre ella y la destinataria del poema: pobreza del yo (no tiene nada valioso para regalar)/riqueza de la niña, llena de dones. Se sugiere además el contraste entre la juventud y la falta de la misma, un tema recurrente en la poesía de Juana. Aparece, al igual que en otros textos, el juego constante entre la falta y el deseo.
Con respecto a los símbolos, la niña es asociada con las piedras preciosas y con algunos elementos naturales que remiten a lo dulce, fragante, suave y delicado. Se mencionan también diferentes joyas que, dice Cirlot en su diccionario de símbolos, son símbolos del saber superior.
El yo lírico propone como posibles e insuficientes regalos: una pulsera, un prendedor, una joya de oro y una sortija, símbolo de los ilimitado y la eternidad. En cuanto a los elementos naturales, aparecen los pájaros, que representan simbólicamente lo espiritual y los buenos augurios (Cirlo); la estrella como fulgor en la oscuridad, símbolo del espíritu; la flor que por su naturaleza es símbolo de la fugacidad de las cosas, de la primavera, de la belleza, pero que también por su forma es una imagen del “centro” y por consiguiente una imagen arquetípica del alma.
La mención a los “vestidos blancos” remite a la inocencia, aún no enturbiada o influenciada del antiguo paraíso (Biedermann: 67). Como podemos ver el poema se construye por medio de una veloz sucesión de imágenes que buscan definir a Marbe. Sin embargo estas no varían bruscamente, sino que se mantienen en el mismo rango simbólico.
En la obra de Juana de Ibarbourou, estos mismos elementos son utilizados para caracterizar el yo lírico. A partir de ello advertimos que de esa forma podrán estarse tendiendo hilos que intentan relacionar a las mujeres marcando rasgos identitarios comunes. Como dice Romini, “la relación entre los personajes femeninos funciona como espejo identitario, quien obsequia se refleja en aquella a quien dirige la ofrenda, símbolo de identidad femenino”.
En la tercera estrofa se menciona al “verso” como uno de los posibles obsequios. El poema adquiere cierta materialidad porque, al aparecer junto y en relación con otros objetos, se convierte también en algo que puede ser obsequiado y atesorado.
Además adquiere un valor, lo que se especifica en la última estrofa cuando “anillo”, “beso” y “poema” se fusionan a tal punto que parecen ser lo mismo bajo diferentes formas. De esta manera la autora llama la atención sobre el valor de su propia obra y reclama el lugar que le corresponde.
Otro comentario de gran importancia sobre este poema es el que justamente hace la Dra. Elena Romiti Vinelli, del Departamento de Investigaciones de la Biblioteca Nacional del Uruguay:
En este caso, el obsequio es el poema, en juego semántico que fusiona el texto con la flor, la joya y el astro de oro, que llega finalmente a adquirir la forma de la sortija y el beso. Se trata del poema que cumple por tanto de una manera más acabada la función de convertirse en objeto que ingresa al mundo real como obsequio.
La palabra poética opera la magia de la imitación de las formas. Se trata de una poética que otorga a la palabra el poder de la configuración objetual o identitaria. La conversión del poema en objeto precioso cuya materia es el oro le otorga a las identidades femeninas representadas las cualidades de la firmeza y la permanencia.
La ambigüedad propia de la autoficción se explicita en el verso: “Toma por fin, pequeña”, que por la formulación parentética se separa del discurso constituyendo una línea metapoética, correspondiente al nivel de la reflexión clasificatoria que hemos venido siguiendo en este trabajo.
Como si la poeta trajera a la superficie del poema una larga historia de trasiegos entre la vida y la poesía, entre la realidad y la ficción, que explicara la identidad poética construida desde su ingreso al sistema literario.
En 1959 Juana Fernández Morales que se transformó en Juana de Ibarbourou, al adoptar el apellido de su esposo el capitán Lucas de Ibarbourou, recibirá el Premio Nacional de Literatura del Uruguay que se otorgará por primera vez en 1959, también año del fallecimiento de su amigo, el poeta José Gorosito Tanco padre de Marbe.
Por Washington Daniel Gorosito Pérez