Durante dos meses la Policía actuó de forma coordinada. Montó vigilancias sin descanso para analizar los movimientos de los delincuentes y conseguir información.
Madrugada del 6 de marzo de 2021. Un auto rojo marca Cherry QQ con cuatro delincuentes dentro, llegó hasta las afueras de una pequeña localidad de Colonia llamada Cufré.
Tres de los delincuentes bajaron del auto armados y el otro se quedó esperando.
En el medio de la oscuridad y de la tranquilidad de una localidad alejada del ruido de la ciudad, entraron a la casa de familia violentamente preguntando: “¿ DONDE ESTÁN LOS 200.000 DOLARES !?!.
El dinero no estaba. Disconformes, maniataron al matrimonio que allí vivía con dos niños que también se encontraban dentro de finca.
Con las dos personas mayores atadas, comenzaron los golpes para conseguir su objetivo. Pero luego de un tiempo, desistieron y se llevaron 40 mil pesos producto de la venta de quesos que allí se elaboran.
Esa madrugada Colonia quedó conmocionada. Varios efectivos policiales encabezados por el Jefe de Policía salieron rápidamente hacia la casa de familia. “No era común un copamiento violento en el departamento”.
Enseguida se comenzó a trabajar para poder capturar a los responsables, pero a medida que avanzaban en la investigación se iban sorprendiendo. No había sido un copamiento al azar, no era un hecho aislado. Detrás de estas personas, había todo un grupo organizado con diferentes roles que se dedicaban a copar viviendas, vender droga y a otra larga lista de hechos delictivos.
Las primeras averiguaciones por parte de la policía, pudieron determinar que los delincuentes habían llegado la madrugada del 6 de marzo a la localidad de Cufré con información de que en esa vivienda habían 200.000 dólares, por un divorcio en curso iniciado por el matrimonio.
Fuentes de la investigación da que los delincuentes antes de copar la vivienda, habían estudiado la zona y los movimientos de la familia para dar el golpe.
La Policía los identificó rápidamente.
La información de que estos cuatro criminales actuaban en un grupo más grande, motivó un silencioso y cuidadoso operativo.
El Jefe de Policía de Colonia se puso en contacto con la Fiscal de Rosario y con los Jefes de Policía de Canelones, Montevideo y Maldonado.
Los investigadores habían descubierto que este grupo criminal tenía más de 20 integrantes y su base entre Barros Blancos y Las Piedras, en el departamento de Canelones.
Durante dos meses la Policía actuó de forma coordinada, montando vigilancias para analizar los movimientos de los delincuentes.
Realizó escuchas telefónicas autorizadas por la Justicia y reunió toda la información necesaria.
Se trataba de un grupo criminal “pesado”, con armas, autos y sospechosos de haber llevado adelante al menos cinco copamientos en viviendas de distintos departamentos del sur del país. “Tenían algunas más planeadas que quedaron frustradas”.
Guardia Republicana