Sandra Young de 52 años dijo que está viva “de milagro” y agradeció a los médicos y compañeros que le salvaron la vida.
La funcionaria policial baleada de tres disparos en la cabeza en el barrio Maracaná el pasado 15 de marzo, será dada de alta en las próximas horas.
La funcionaria desempeña funciones en comisaría 24 del Cerro desde hace muchos años.
Ese día a última hora de la noche salió del turno y un patrullero la llevó hasta la esquina de su casa. Se bajó del vehículo próximo a las 22 horas y en el trayecto de pocos metros que hacía caminando hasta su vivienda fue víctima de la rapiña.
La policía iba uniformada. Él autor del ataque le disparo en la cabeza con la finalidad de robarle el arma de reglamento.
«Agradeciendo a dios lo que me pasó, que mis compañeros actuaron rápido, la recuperación pronta que tuve y que tuve un dios aparte porque la verdad con lo que me pasó estoy contando la historia y pocos compañeros lo puede hacer», contó.
La cirugía a la que se sometió Sandra no fue fácil dado que, dos de los tres disparos, quedaron incrustados en su cráneo. «Me hicieron la operación para sacarlos porque uno había astillado el hueso de la frente y ahí fue que después me aspiraron y me sacaron las astillas», narró.
«Tengo dos fechas de cumpleaños el 15 de marzo y el 28 de mayo», agregó la policía.
Efectivos de Investigaciones de Zona IV detuvieron a un adolescente de 16 años, principal sospechoso de haber disparado a la mujer policía en el barrio Maracaná.
También incautaron el arma de reglamento hurtada durante la rapiña y un arma calibre 32 con tres vainas percutidas que coinciden con las heridas que recibió la agente.
HPG