Tres hombres condenados por explotación sexual de una menor alojada en INAU

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Un tribunal de apelaciones confirmó un fallo en primera instancia que condenó a tres hombres por la comisión de varios delitos por la explotación sexual de una menor de edad de 15 años que se encontraba alojada en el hogar Amanecer del INAU de Maldonado.
La sentencia fue resuelta el pasado 3 de marzo por el tribunal de apelaciones de penal de 2º turno y redactada por el ministro Daniel Tapié, quien, hace dos décadas, se desempeñó al frente del juzgado penal de 2º turno de Maldonado.
La sentencia en primera instancia, apelada por los abogados defensores, fue resuelta el pasado 28 de febrero de 2020 por el titular del juzgado penal de 10º turno Ruben Etcheverry Maneiro.
Por la misma, un sujeto fue condenado a cuatro años y seis meses por un delito continuado de proxenetismo agravado, otro sujeto a tres años y seis meses de penitenciaría por un delito de contribución a la explotación de menores o incapaces y el restante a tres años y seis meses por un delito de retribución o promesa de retribución a personas menores de edad o incapaces para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo.

Uno de los abogados apeló el fallo al entender que su cliente es inocente y que, por el solo hecho de permitir que otro de los encausados mantuviera relaciones sexuales con una menor reciba semejante pena de penitenciaría. “No sólo no tenía conocimiento de la edad de la víctima, sino que tampoco tenía conocimiento que ésta se prostituyera, ni tampoco prestar el domicilio por única vez es una conducta suficiente para explotar o contribuir con la prostitución”, sostuvo.

El mismo abogado señaló que su otro cliente no creía que la joven con la cual mantuvo relaciones sexuales, por lo que le pagó en efectivo, fuera en realidad menor de edad.
El restante abogado aseguró que su cliente no es responsable del delito impuesto en el fallo en primera instancia. Sobre este punto señaló que no surge acreditado el hecho de que su defendido solicitara a la menor que “saliera con amigos o conocidos a cambio de dinero”.

El tribunal de apelaciones mantuvo el fallo en primera instancia del juez Etcheverry por entender que surge plenamente probado que el imputado alias “Pelota”, de 33 años de edad, tuvo una relación de pareja con la adolescente FF, de 15 años de edad al momento de los hechos, y la misma se encontraba internada en dependencias de INAU por amparo, concretamente en el “Hogar Amanecer”, de la ciudad de Maldonado. En octubre de 2014 la menor se fugó del citado hogar y comenzó a vivir con este sujeto en una pensión de Maldonado. En la misma pensión residían los otros dos condenados.
Con el correr de los meses la relación de pareja entre la adolescente y AA comenzó a tornarse violenta, en tanto comenzaron a darse maltratos verbales y agresiones de carácter físico, pues aquel consumía cocaína y al decir de la menor a veces venía “trancado”.
Luego de cinco meses de convivencia, AA se quedó sin trabajo y ante la falta de dinero, le pidió a la adolescente que saliera con amigos o conocidos a cambio de dinero, por lo que aquella mantuvo relaciones sexuales en primer lugar con un amigo del encausado que se llama “KK”, quien pagó la suma de $2000, por sus servicios, los que fueron entregados directamente a AA.
Días después, AA concertó un encuentro entre la adolescente y el coimputado CC, de 34 años de edad; éstos mantuvieron relaciones sexuales en dos oportunidades, una en un automóvil y otra en la casa del imputado BB y de DD que quedaba en las afueras, a cambio de sumas de dinero que fueron entregadas al imputado AA. También la adolescente mantuvo relaciones sexuales a cambio de dinero con otro conocido de AA, de nombre “LL.”
Los imputados BB y DD contribuían a la explotación sexual de la menor, prestando su domicilio o una casa que quedaba en “El Pantanal” a los efectos de que concretaran los encuentros sexuales, para lo que se retiraban del domicilio mientras se cumplía el acto.

Es así que en una ocasión DD acordó una cita entre una persona de nombre EE y la adolescente, pero éste al darse cuenta de su edad, se negó a acceder a la misma, según consta en su declaración prestada en autos. La adolescente ya cansada de la situación, huyó hacia la ciudad de Pan de Azúcar, donde estaba el domicilio de su padre, y le contó lo que sucedía a la Señora GG, ex pareja del mismo, que AA la hacía mantener relaciones sexuales con otros hombres.

FF, de 15 años de edad, declara el día 13 de marzo de 2015, que reside en el Hogar Amanecer, y que conoció a AA (AA) una noche que la dejaron salir del Hogar, salimos hasta las 02.00 horas, salimos HH, II, JJ y yo. Fuimos a la plaza cerca del Hogar. Estaba ahí AA y otro chiquilín más que le dicen “Negro” y nos invitaron. AA llama al Hogar para avisar que nos íbamos a demorar porque íbamos a un cumpleaños. No quería ir hasta el Hogar, Nos dijo que nos invitaba a ir a joder por ahí, por la calle. En el Hogar habló con S. y le dijo que nos devolvía a las 02.00 de la mañana. Luego compró vino y nos fuimos todos al parque de La Loma, caminando.

Pasaron tres días, él pasó por el frente del Hogar y me pidió el número de teléfono y se lo pasé. El me llama, quería que yo vaya con una amiga esa noche. El me esperó en la esquina y fui a su casa y me dijo que si quería ser su novia. Yo le dije que no, porque él salía con HH, pero acepté ser su novia. Significa tener relaciones con él y vivir con él y me fugo del Hogar. Fue el año pasado, yo tenía quince, porque los cumplí el 5 de junio y yo ya tenía quince años.

Empezamos a vivir en pareja. Al principio bien, yo estaba contenta. Preguntada: en esos tres meses hubo agresiones físicas o verbales: contesta: sí, me pegaba cachetazos o piñazos, porque él tomaba cocaína y venía a veces trancado y si le decía de querer comer algo, él me tiraba la comida y me pegaba. Vivíamos en una pensión y los vecinos de los costados eran BB y DD a quienes les conté que él me pegaba. BB es una persona mayor pero más grande que AA. AA trabajaba en ese momento en la Pilsen. Cuando dejó de trabajar a los cinco meses de estar juntos, faltaba mucho y lo echaron, él me obligaba a trabajar con los amigos de él, teniendo relaciones. En otros lados.

Él me dijo que si yo me animaba a ir a trabajar que era prostituirme. Le dije que no, pero me dijo que nos servía la plata para los dos juntos, para pagar el alquiler. Me dijo que me esperaban afuera, me dijo que me pusiera una pollera corta y una remera rosada y saliera. Lo hice porque si no me iba a pegar más. Y fui al portón y estaba el amigo de él que se llama KK, tiene como cincuenta años, en una moto negra, alta. Nos fuimos para la casa del suegro de KK, no había nadie en la casa, pero él tenía llave, es en el barrio Las Marías, la casa era toda de madera, es una habitación única, con una cama, mesas y cocina, todo en la misma pieza.

Ahí me dijo que me sacara la ropa, me ató las manos, en los fierros, quedé boca abajo desnuda y ahí me violó por atrás, después me lleva para la casa de AA y la plata se la da a él, le da $2000, esa plata se usó para el porro de AA. A mí no me daba nada. A los días, tuve relaciones en el auto con CC, que tiene 34 años, que es conocido de AA, en un auto azul de cuatro puertas. Me fue a buscar coordinado con AA. AA me dijo que me iba a buscar CC, pasó con el auto a las 22.00 horas por la pensión.

En la parte de atrás del auto tuvimos relaciones. Cuando terminamos me lleva a la casa de AA, a mí me dio $4000, me quedé con mil y el resto a AA que me preguntó cuánto me había pagado, le dije que cuatro mil y que yo le daba tres mil sino se gastaba todo en la droga. La segunda vez con CC fue al tercer día. Yo no tenía mi celular, así que lo llamó a AA y le preguntó si podía salir yo con él, AA le dijo que sí, que me esperaba en la esquina de la pensión y me llevó a la casa del suegro de él, el padre de la mujer de él. El rancho es en el barrio de Las Marías también. Porque KK y CC son hermanos, por eso fui al mismo rancho al que fui con KK

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