La medida se adoptó en la planta que la cooperativa tiene en la ciudad de Rodríguez, departamento de San José.
En la planta ubicada en Rodríguez (la Nº 8) hubo una alteración en el ritmo habitual de actividades productivas que las autoridades de la cooperativa entienden fueron consecuencia de un paro, aunque desde el sindicato definen lo que sucedió como asambleas informativas. El motivo, según Álvaro Ambrois, presidente de la cooperativa, fue el cambio de bancos colectivos por sillas individuales en los vestuarios.
En declaraciones al programa radial Tiempo de Cambio, Ambrois aludió a la situación generada en la planta ubicada en la ciudad de Rodríguez, en San José, donde en los vestuarios se reemplazaron bancos largos para varias personas por asientos individuales y separados, todo en el marco de un conjunto de medidas tendientes a disponer de infraestructura más adecuada para evitar la propagación del COVID-19.
Esa medida generó sobre el cierre de la semana pasada malestar en el sindicato de trabajadores y una paralización en las actividades, algo que el presidente de Conaprole definió como “absolutamente irracional”.
Añadió que recurrir a esas sillas “es la forma más lógica” de mantener el distanciamiento aconsejado y que la actividad continuará y que el protocolo se respetará “a rajatabla”.
Ambrois calificó la decisión del sindicato como “sorprendente” e “irracional”.
La medida de las sillas es “una más entre tantas” y no habrá marcha atrás: “La producción sigue y el protocolo se cumple a rajatabla”, afirmó, a la vez que destacó no saber si las medidas sindicales por ese cambio continuarán esta semana.
Luis Goichea, dirigente en la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC), explicó a El Observador que “no hubo paro, lo que hubo fueron asambleas informativas, por turnos, en días separados además, para que no hubiera impactos en la recepción de leche, sobre todo en una planta con tanta actividad como la de Rodríguez en este mes; se hizo una asamblea el viernes a las 10, otra el sábado a las 13 y otra hoy lunes a la una de la madrugada, en los turnos mañana, tarde y noche, respectivamente”.
Añadió que esas asambleas, comunicadas a las autoridades de Conaprole el miércoles previo, fueron para informar sobre diversos temas, entre otros una serie de actitudes que la empresa estaba adoptando con relación a la emergencia sanitaria en la planta 8, sobre lo que veníamos dialogando y no había acuerdo”.
Mencionó, por ejemplo, la propuesta de crear algunas “burbujas” en ese complejo industrial, en áreas como las de recibo de leche, de pasterizado y torres de polvo donde se hace la evaporación y secado, aspectos que se considerarán este martes en una reunión del consejo directivo donde se tratará una propuesta del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), informó Goichea.
También dijo que, sobre algún impacto en la producción por las asambleas informativas mencionadas, solo hubo uno y aludió a cuando se detuvo por una hora la actividad en la torre de procesamiento para elaborar leche en polvo, lo que cuando sucede demanda luego unas cuatro horas para diversos procesos que se deben realizar para reanudar la producción, como limpieza y esterilización para poder secar y elaborar leche en polvo.
Precisó, además, que “las asambleas informativas que realizamos en horario de trabajo para informar a los trabajadores Conaprole es algo que lo considera un paro, pero no es un paro”.
Ambrois, a propósito de medidas precautorias en esos ámbitos industriales, destacó el elevado volumen de hisopados que se están realizando cuando es pertinente y de forma voluntaria entre los funcionarios.
También dijo que históricamente en la industrialización de lácteos se ha procedido con cuidados extremos, por ejemplo utilizando tapabocas y siendo la higiene una apuesta constante, generándose una “cultura” que ha sido útil ahora que hubo que extremar cuidados por la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19
Observador