Un comisario mayor y un sargento procesados por corrupción

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Se investigó a varias personas que, en más de 10 autos, viajaban a Brasil a comprar de contrabando, pasaban por Rivera y luego dejaban la mercadería ilegal en Tacuarembó.

Se movían como un conjunto de peces sincronizados hacia una misma dirección y en gran número. Por esta característica del grupo criminal, la Policía decidió ponerle el nombre de “Cardumen” al operativo. Se investigó a varias personas que, en más de 10 autos, viajaban a Brasil a comprar de contrabando, pasaban por Rivera y luego dejaban la mercadería ilegal en distintos depósitos ubicados en el departamento de Tacuarembó.

Lo que no se imaginó la Policía es que en ese “cardumen” iban a caer, dos meses después, dos integrantes de su equipo: un comisario mayor de 54 años, jefe de una división de investigaciones con cuatro comisarías a su cargo; y un sargento de 39 años, perteneciente a esa misma unidad.

Según indicaron fuentes policiales a El País, cuando asumieron las nuevas autoridades policiales en Rivera, en marzo de este año, se encontraron con que en el departamento operaba este grupo de delincuentes que se desplazaban en varias camionetas 4×4 con mercadería de contrabando. Cuando veían un control policial, seguían de largo sin importar “llevarse puesto un vehículo o una barrera en la Aduana”, según contaron las fuentes.

Es por esto que la Jefatura de Rivera cambió la estrategia y decidió hacer un trabajo de inteligencia. Su plan consistió en vigilar el recorrido de los vehículos y los movimientos de sus ocupantes. Así la Policía fue documentando con fotos y videos los momentos en que compraban la mercadería en Brasil y que luego ingresaban por Rivera hasta dejarla en Tacuarembó. Ya con la prueba en sus manos, la Policía montó el operativo “Cardumen” y en octubre de este año detuvo a 15 personas vinculadas al contrabando, que fueron llevadas ante la Justicia.

En el marco de las declaraciones de los detenidos en ese procedimiento policial fue que cayeron los otros dos “peces gordos”: los policías. De sus testimonios surgió que los delincuentes tenían “arreglado” con dos policías para poder pasar por una zona entre Tacuarembó y Rivera a cambio de dinero.

Con esa información, la Policía, en conjunto con la fiscal Alejandra Domínguez, comenzó a investigar y montó un nuevo operativo, esta vez denominado “Jacarandá”, que consistía en esclarecer la participación de los efectivos policiales con el grupo dedicado al contrabando.

Fuentes allegadas a la investigación dijeron a El País que durante dos meses se intervinieron los teléfonos de los efectivos. De las conversaciones y más declaraciones de testigos se recabó la información para llevar a los policías ante la Justicia. El pasado lunes la fiscal emitió una orden de detención. Uno de ellos fue detenido en la Jefatura de Policía de Rivera mientras estaba en una reunión, y el otro en las inmediaciones de esa dependencia policial.

Sobre la tarde de ayer tuvo lugar la audiencia de formalización para los efectivos. La fiscal Domínguez expuso su teoría del caso y pidió que se imputara al jefe de la división de investigaciones por reiterados delitos de concusión, reiterados delitos de cohecho calificados especialmente agravados en calidad de autor, y un delito de contrabando en calidad de coautor. Para el sargento, en tanto, solicitó la imputación por los mismos delitos, en calidad de coautor y de cómplice. Además, solicitó la medida de prisión preventiva para ambos.

La Justicia hizo lugar a lo solicitado pero determinó que fuera bajo arresto domiciliario por un plazo de 120 días mientras sigue la indagatoria. La fiscal apelará la decisión.

Personal de Delitos Complejos de la Jefatura de Rivera conjuntamente con efectivos del departamento de Tacuarembó investigaron durante meses a un grupo de personas que ingresaba mercadería por Santana do Livramento hacia Rivera y luego la transportaba a Tacuarembó.

El operativo denominado “Cardumen”, que también tuvo colaboración de Policía Caminera, logró desbaratar la banda. El pasado 21 de octubre se llevaron adelante 22 allanamientos en distintos comercios y viviendas ubicados en el departamento de Tacuarembó.

En el marco de los mismos se incautaron casi $ 300.000, cuatro vehículos acondicionados para el transporte de mercadería ilegal, un nuevo celular, un equipo de radio, municiones de distintos calibres y alimentos tanto perecederos como no perecederos. Además se detuvo a 15 personas y fueron formalizadas. Según indicaron fuentes policiales a El País, las personas imputadas son “empresarios de contrabando”. De esas declaraciones surgió que dos policías estaban implicados y cobraban dinero a cambio de dejarlos pasar con la mercadería.

ElPaís

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