Técnicos de los ministerios de agricultura y de salud tienen a su cargo una investigación en torno a la denuncia presentada por vecinos de la zona conocida como “Cañada chica” en la séptima sección del departamento de Treinta y Tres.
Según el testimonio de los vecinos, el pasado jueves 12 de noviembre en horas de la mañana, se observó el pasaje de una aeronave de fumigación sobre sus casas y la Escuela del lugar. Como consecuencia, hubo quienes experimentaron irritación en los ojos y la piel, así como malestares digestivos y sensaciones de aturdimiento. En los días siguientes la vegetación empezó a dar señales de afectación al cambiar el color del follaje, apareciendo tonalidades de amarillo, blanco y gris en árboles, arbustos y plantas, incluyendo huertas familiares cuyo producto ahora dudan en consumir.
Hecha la denuncia ante las autoridades respectivas, primero a través del teléfono y luego personalmente, técnicos del MGAP y del MSP iniciaron una investigación que está en curso. Se tomaron declaraciones a los vecinos y muestras de la flora afectada para su estudio.
La Maestra Directora de la Escuela 15 de Cañada Chica, María José Fleitas, se mostró muy preocupada por esta situación que le tocó vivir personalmente por primera vez en tres años de residencia en este centro educativo al que asisten nueve alumnos. “Los niños están sorprendidos por esto, especialmente porque el tema del cuidado del ambiente es uno de los que trabajamos con las demás escuelas de la zona. Nuestro proyecto de plantación de monte nativo acaba de recibir un premio del CLAYSS que los dejó muy contentos, y también recibimos un premio del programa “Túnicas en Red”, así que están muy sensibilizados en toda esta temática del cuidado del ambiente.”
Hay datos de que la misma fumigación habría afectado la Escuela 43 de “Olimar Grande”, por lo que la investigación también se extendería a este otro centro de enseñanza ubicado en la misma zona arrocera del departamento de Treinta y Tres, conocida como “la séptima baja”.
Esperemos los resultados de los informes técnicos, en base a los que seguramente las autoridades habrán de determinar qué acciones corresponden. La reglamentación vigente en nuestro país determina que no se puede hacer fumigaciones aéreas a menos de 500 metros tanto de un centro poblado como de una escuela rural, mientras que las aplicaciones terrestres no pueden hacerse a menos de 300 metros.
Aníbal Terán Castromán
Noviembre 26 de 2020
(Adjunto fotos que documentan daño en árboles, arbustos y plantas. También captura de pantalla durante la entrega del premio del CLAYSS al proyecto obtenido por las escuelas de la zona)