Las nuevas revelaciones sobre el caso de violación grupal de una joven en Lima muestran más detalles que complican la situación de los acusadores, conocidos como la manada de Perú.
La víctima dio detalles a la fiscalía sobre el comportamiento de los cinco jóvenes sospechosos de violarla en la casa del distrito de Surco donde se realizó una reunión.
Según el testimonio, ella fue llevada a un baño del segundo piso, impedida de salir, donde le orderon que se desvista y luego ultrajada por cuatros de los implicados.
La joven pidió ayuda a uno los acusados (Manuel) según relata le dijo: «Ayudame! y solo me quedó mirando». Según detalló en aquel baño la luz estaba apagada y los jóvenes alumbraban con las linternas de sus celulares.
El testimonio revela que no hubo consentimiento de sexo por parte de la víctima y que reiteradamente la joven se negó y que los jóvenes actuaron en conjunto con premeditación. Esto contradice las afirmaciones de la defensa que afirmaba que hubo sexo consentido.
Como se sabe, la joven asistió a una reunión en una casa en el jirón León Garcia, Surco, donde estaban cinco amigos de ella y dos mujeres, luego que estas se retiraron ella quedó a merced de los jóvenes.
La víctima detalla además que pidió a sus agresores no estar en ese lugar y los cinco le impidieron salir.
El diario El Comercio reveló el examen toxicológico que se practicó a la agraviada encontró benzodiacepina, el cual es un fármaco cuyo efecto es sedante.
Si se comprueba que la sustancia fue suministrada por los acusados se caería la versión de supuesto consentimiento de la víctima y cobraría fuerza la acusacion de violación.
Los acusados José Arequipeño, Sebastían Zevallos, Diego Arroyo, Andrés Fassardi y Manuel Vela, cumplen 9 meses de prisión mientras prosiguen las investigaciones y se abre el juicio. La pena por violación es de 26 años y no cuenta con beneficios penitenciarios.
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