“Creemos que del esfuerzo y de la participación de las personas privadas de libertad podemos tener respuestas en mejor calidad de vida, desde el punto de vista de la alimentación y también de que el trabajo sea una herramienta para poder sortear las dificultades que se tienen, con una mejor provisión de alimentos, atento a esta superficie que lo que quiere es que se produzcan para beneficio de la población carcelaria y para también aliviar las propias arcas del Estado en cuanto a la manutención de las personas privadas de libertad”, expresó Larrañaga.
Por su parte, Fernando Mietto, presidente de la Asociación Nacional de Semilleristas de Papa, destacó la importancia del trabajo colaborativo ente los integrantes de la Asociación. “Hay que destacar la excelente colaboración de los socios, de los productores que enseguida pusieron a disposición equipos, tiempo y recursos y demás. Vinimos aquí a la Unidad N.º 2, conocimos el predio, definimos las tareas y hoy estamos sembrando lo que hace un mes era una consulta a ver si era viable”.
El acuerdo tiene como objetivos fundamentales el autoabastecimiento, el ahorro y las plazas laborales. “Como debemos ser autosuficientes en todo lo que podemos hacer en el país, eso va desde el ladrillo que antes se compraba y ahora se produce en Artigas y en Rivera, bloques, y que privados de libertad trabajen todos los días y que tengan una reinserción en el trabajo. Acá, en esta chacra, hay seis mujeres aprendiendo a hacer quesos. Vinieron desde la Unidad Nº 5 a vivir de una manera totalmente distinta y esos son los proyectos que nos van a llevar a que el porcentaje de reincidencia en cárceles baje y que los privados de libertad tengan menos tiempo de encierro, menos tiempo de ocio, menos tiempo de pensamiento las 24 horas del día en algo que no va a ser bueno”, señaló el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Santiago González.
El cultivo comenzó en 2 hectáreas de la Unidad Nº 2 y empleará a unas 46 personas privadas de libertad. Anualmente el INR consume 600.000 k de papa y destina unos 650.000 dólares para su compra.