El asesino conocía a sus víctimas, incluso el perro lo reconocía como «amigo»

Los tres detenidos como sospechosos en el triple homicidio de los infantes de la Marina declararon ante la fiscal especializada en homicidios Mirta Morales y para los investigadores se trata de un «caso cerrado».

La evidencia recolectada en el lugar por los efectivos de la Zona Operacional IV y la Unidad de Hechos Complejos de la Jefatura de Policía de Montevideo determinó la detención de un exintegrante de la Armada que fue desafectado hace dos meses de la fuerza por «reiterados problemas de conducta».

Se trata del principal sospechoso del triple crimen. Tiene 26 años, es adicto a las drogas y con amplia experiencia en el manejo de armas automáticas.

Incluso, como conocía a las víctimas, ingresó sin resistencia a la base militar y su presencia tampoco despertó la alarma del perro que custodia el lugar. Estaban en familia.

Una vez dentro de la base el sospechoso desenfundó un arma automática y disparó dos veces. Un tiro en la cabeza de cada infante de la Marina que no tuvieron tiempo de reaccionar, pese a su entrenamiento en el manejo de armas y situaciones límites de extrema violencia. Jamás pensaron que un viejo conocido de la fuerza actuaría de esa manera.

Con los dos infantes de guardia muertos el sospechoso corrió dentro de la base hasta la habitación donde descansaba el tercer integrante de la Infantería de Marina en ese momento. El oficial, que se despertó por las detonaciones, apenas llegó a cubrirse el rostro con una mano.

El asesino disparó cuatro veces y sus tiros impactaron en la mano, el abdomen y el tórax del infante caído.

Una vez asesinados los tres y sin movimientos sospechosos dentro de la base militar, el asesino despojó a sus antiguos compañeros de sus pistolas Glock, un arma muy codiciada en el mercado negro criminal por su alto valor y su potente poder de fuego.

El asesino dejó en el lugar armas largas y chalecos antibalas. Los investigadores tienen dos teorías sobre esto ya que consideran que solo llevó las pistolas Glock por su valor en la venta a los criminales o porque quería estar liviano de equipaje a la hora de escapar.

El relevo de infantes de Marina que llegó en la mañana del domingo se encontró un baño de sangre en la base naval del Cerro, con los cuerpos de Juan Manuel Escobar (22), Alex Guillenea (25) y Alan Rodríguez (31) sin vida.

¿Cómo entran en escena los otros dos detenidos? Se trata de una pareja que recibió en su casa al asesino, para pasar la noche.

El principal sospechoso durmió en la casa del hombre y la mujer, ubicada en el pasaje «Bulgaria-Rusia», en el Cerro. Vecinos relataron a los investigadores que en esa vivienda funciona una boca de venta de drogas, pero la Policía aún no tiene evidencia sobre esta denuncia.

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