La organización vendió durante años un blanqueador industrial como una «Solución Mineral Milagrosa» que podía curar el autismo, acné, cáncer, diabetes y, ahora, el nuevo coronavirus.
La Administración de Productos Terapéuticos de Australia ha multado con 151.200 dólares (unos 98.000 dólares estadounidenses) a la organización MMS Australia, que se posiciona como la Iglesia de Salud y Curación Génesis II, por la publicidad engañosa de su ‘Solución Mineral Milagrosa’ (MMS, por sus siglas en inglés), con la que prometía que se podía tratar, curar, prevenir o aliviar diversas enfermedades, incluido el covid-19.
La organización ha recibido un total de 12 notificaciones de infracción por promover el ‘milagro’ contra el nuevo coronavirus y otros supuestos medicamentos cuya ingesta, en lugar de tener efectos positivos para la salud, puede resultar perjudicial.
«No hay pruebas clínicas y científicamente aceptadas que muestren que la MMS pueda curar o aliviar enfermedad alguna. El uso de la MMS presenta graves riesgos para la salud y puede causar náuseas, vómitos, diarrea y deshidratación grave, que en algunos casos puede terminar en hospitalización», advierte la Administración de Productos Terapéuticos.
Hace unos días, el regulador australiano indicó que la MMS también puede encontrarse comercializada bajo el nombre de «Suplemento Mineral Milagroso» y a menudo se ofrece en forma de gotas de purificación de agua. Este producto contiene una alta concentración de clorito de sodio, un compuesto químico que se utiliza como agente blanqueador y desinfectante textil.
«Los productos que contienen altas concentraciones de clorito de sodio suponen un grave riesgo para la salud en el caso de consumo humano y deben ser etiquetados con las advertencias correspondientes», alertó la Administración de Productos Terapéuticos.
Asimismo, la Iglesia de la Salud aseguró durante años que sus productos «milagrosos», que también contienen dióxido de cloro, podían tratar el autismo y el acné o curar el cáncer y la diabetes, señalan medios locales.
Si bien tras la imposición de la multa ya no se pueden encontrar los enlaces en la página principal de la entidad que dirigían a supuestos testimonios que aseguraban que sus productos servían para tratar el covid-19, la venta y promoción de estos peligrosos ‘purificadores’ no se ha detenido.
La novedad es que ahora ha aparecido un descargo de responsabilidad que los describe como productos para ser usados en los «sacramentos» y «protocolos de purificación» de la iglesia y no como bienes terapéuticos.
En otro descargo de responsabilidad aparecido después del aviso legal de las autoridades, la organización tacha de mentiras los reportes mediáticos de que su sitio web «promueve el consumo del peligroso blanqueador industrial», al tiempo que denuncia «acoso y ataques».