«Me llama la atención que haya gente que les preocupa los excesos policiales, pero no hayan abierto la boca por los excesos de los delincuentes»

El ministro de Defensa, Javier García, bromea con que hará una excepción dejando entrar un manya a su despacho, con tan mala suerte que en el mismo momento ingresan, además, el fotógrafo de Montevideo Portal y su propio encargado de Prensa (otros dos carboneros). Recibe como contestación que se dio la lógica, y no le queda otra que sonreír. La ocurrencia es, si acaso, una válvula de escape en estos días en que el secretario de Estado -como el resto de sus compañeros de gabinete- está durmiendo pocas horas, gentileza del Covid-19 y su impacto en el país.

Saludo protocolar con el codo y distancia prudencial para comenzar una charla sin mirar el reloj. Con casi 15 años de legislador en su espalda, García eligió en 2005 la tan ninguneada comisión de Defensa Nacional, y comenzó a estudiar todos sus pormenores, desde el diseño de los uniformes de cada arma. Creía, dice, que un parlamentario del Partido Nacional no se podía dar el lujo de ignorar sus Fuerzas Armadas.

El novel ministro ha sido uno de los que tuvo que posponer sus prioridades para acometer las urgencias: de nuevo, el famoso coronavirus. Javier García Duchini, aquel niño que recorrió actos del Frente Amplio a los hombros de sus padres en 1971, luego embrujado por la figura de Wilson, defiende el accionar del gobierno ante la crisis de la pandemia, cuestiona los inoportunos caceroleos convocados por el Pit-Cnt y dice que el consejo de ministros en pleno avaló lo que Arbeleche llama «adecuación tarifaria» (sí, también la ministra de Vivienda y esposa de Manini Ríos).

Recuerda que el gobierno saliente minimizó el coronavirus y el propio ex viceministro de Salud Pública dijo que éste no sería un problema en Uruguay. A los que piden a gritos cuarentena general obligatoria García les pregunta qué quieren: ¿Un estado de sitio? ¿Medidas prontas de seguridad? ¿Un policía frente a cada casa para llevar detenido a los que desacaten la medida?

-¿Cómo nació su militancia política? ¿Qué episodio se la despertó?

-Mis padres votaron al Frente en el 71, ellos eran demócrata-cristianos. Así que en el 71 recorrí todos los actos del FA en la explanada municipal. Insoportablemente aburridos para un gurí de 7 años. Mi hermano era wilsonista. El ambiente político se vivía en casa. En el correr de los años, en plena dictadura, cuando uno empieza a tomar conciencia cívica, me enamoré de la figura de Wilson. Empecé a militar en el 79, en cuarto científico en el Maturana y me involucro en los oratorios salesianos, el carisma salesiano. Y paralelamente empiezo a militar en política, en las coordinadoras de la Juventud del Partido Nacional, y empiezo a militar para el plebiscito del 80, todavía siendo menor, con 17 años.

-Es médico. Sin embargo, ya era reconocida como legislador su preocupación por los asuntos militares. ¿Cuándo nació?

-En el año 2005 yo fui candidato a la Intendencia de Montevideo por el Partido Nacional. Cuando pasó la campaña, volví a la Cámara de Diputados (era mi segundo período) y tenía que elegir comisiones. Los compañeros del Partido Nacional plantearon que yo fuera el primero en elegir comisión. En el Parlamento hay un ranking que no está escrito, pero todo el mundo sabe cuáles son las comisiones más elegidas o que tienen más prestigio: Constitución y Códigos, Relaciones Internacionales, Presupuesto y Hacienda, y por allá abajo, casi la última, Defensa. La percepción que había era que el Parlamento no tenía mucho que ver con la vida de las Fuerzas Armadas (FFAA)… increíblemente, y más después de lo que nos tocó vivir. Y yo elegí primero, y elegí la comisión de Defensa. Mis compañeros me preguntaron por qué había elegido esa comisión, que además no tenía prensa. Y yo les dije: «Miren, un partido como el nuestro, que tiene vocación de gobierno, no puede aspirar a ser gobierno si no conoce a sus FFAA». Y ahí empecé (en 2005) de autodidacta, a estudiar desde los uniformes. Me interesaba el tema, pero hubo un razonamiento político: yo creía que nuestro partido no podía desconocer la vida de las FFAA, y más ampliamente, el tema de la defensa nacional. Entonces empecé en la comisión de Defensa de Diputados y seguí ininterrumpidamente, también por el Senado, hasta el año pasado.

-En las elecciones municipales de mayo de 2005 fue candidato a la Intendencia de Montevideo por el Partido Nacional… ¿Fue una buena idea haberse candidateado? ¿Le dio algún rédito político?

-Acepté la candidatura en un momento complicado. Era la primera vez que el Frente ganaba a nivel nacional, ganaba el Dr. Vázquez su primera presidencia, y en Montevideo había sacado el 60 % de los votos, por ahí… Pero yo soy un militante del Partido Nacional. Aquel que crea que puede ejercer una responsabilidad solo por su inteligencia y no porque pertenece a un partido, pueden pasar dos cosas: o es un enorme soberbio o es un enorme tonto. Y todas las responsabilidades que yo tuve, las tuve porque pertenezco a un partido que me abrió las puertas. Entonces, cuando se me propuso, no dudé en aceptar sabiendo que las chances eran minúsculas…

-¿Cómo fue la transición con el gobierno saliente, en su ministerio? Porque hubo algún choque respecto al nombramiento de los generales que debían ascender, las siete vacantes para generales…

«El gobierno saliente no tomó ningún recaudo. Días antes de dejar el gobierno, el ex subsecretario de Salud Püblica dijo que el coronavirus no era un problema en Uruguay, que el problema eran el sarampión y el dengue. No era una preocupación para ellos»

-A ver, la transición desde el punto de vista personal fue muy buena. Yo tengo una relación con el ex ministro (José) Bayardi muy buena, una relación que data de 1983, cuando yo ingresé a facultad (él había ingresado antes), una relación de la lucha contra la dictadura… Y esas cosas generan relaciones personales. Tenemos una relación de respeto recíproca.

Ahora, desde el punto de vista institucional uno encuentra ahora que había información que se daba, pero que era muy parcial. Y todavía están pasándonos información… Estamos a 25 días de haber asumido y llevamos 15 de esos 23 enfrascados en el coronavirus. Entonces, hay mucha información que estamos recibiendo ahora, y estamos empezando a procesar. Y los nombramientos de generales fue una cuestión que charlamos, se consultó, y los que salieron fue una decisión que compartimos.

-A este gobierno le cayó una bomba que no estaba en los planes de nadie: el Covid-19. ¿Faltó previsión del gobierno saliente al respecto? ¿O quizás el gobierno entrante no tomó recaudos a tiempo, cuando el virus venía haciendo estragos en Europa?

-Notoriamente el gobierno saliente no tomó ningún recaudo. Es más, días antes de dejar el gobierno, el ex subsecretario de Salud Püblica, (Jorge Quian) dijo que el coronavirus no era un problema en Uruguay, que el problema eran el sarampión y el dengue. No era ninguna preocupación para ellos. Cuando asumió el gobierno, según nos dicen los compañeros del MSP, había solo 100 kits de diagnóstico. Cien. Tanto es así que el Dr. (Daniel) Salinas tuvo que convocar el 2 de marzo a una reunión urgente y convocar a técnicos, etcétera, para establecer un plan contra el coronavirus. Asumimos el domingo 1°, y el 2 de mañana citaron a la reunión, quiere decir que percibieron en 12 horas lo que el gobierno anterior no había percibido con toda la información que se disponía a nivel internacional y los organismos internacionales que asesoran.

Nos cayó una circunstancia, sin que hubiera ningún tipo de preparación del país por parte de las autoridades salientes. Es más, se subestimó el tema.

-¿Cree que Lacalle Pou está liderando bien al gobierno en cómo lidiar con esta pandemia?

-Absolutamente. Me comprende en las generales de la ley, claro. Pero tengo la impresión que mucha gente -no voy a decir ni «la mayoría» ni «la minoría» porque es muy difícil de medir-, pero mucha gente en Uruguay está viendo cómo se lidera. Son circunstancias que nadie quiere, que nos cayó de arriba, que afecta al mundo entero, pero se está liderando con enorme decisión, con enorme transparencia, con medidas de una fuerza que no fueron tomadas en otros países en el tiempo en que fueron tomadas acá. Comparado en tiempo respecto a los primeros casos, el primer país que tomó la decisión de cerrar las escuelas y prohibir los espectáculos públicos fue Uruguay. En todo el mundo. Otros países tardaron mucho más en tomar estas medidas. Uruguay lo hizo 24 horas después de diagnosticados los primeros cuatro casos, y a partir de ahí, una serie de decisiones que contribuyeron a una comprensión social del tema y del agravamiento del tema.

-Por otro lado, el ex presidente Vázquez y antes el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), le han pedido a gritos, desde hace días, que el gobierno declare cuarentena obligatoria en todo el país, y Lacalle Pou ha dicho que por ahora no es necesario. ¿Qué cree usted?

-¿Y qué es la cuarentena? Lo primero que hay que definir es eso. Yo te voy a mostrar algo que tengo acá (se levanta y va a buscar un papel que tiene encima de su escritorio). Cuando uno ve países que tomaron esta decisión, ¿esto significó que toda la gente se quedó en la casa? No. Este es el artículo sexto que fija las excepciones en el decreto argentino. Tú que sos periodista, si estuvieras en Argentina, no estarías en cuarentena, porque el artículo sexto dice: «Personal que se desempeña en los servicios de comunicación audiovisuales, radiales y gráficos». Tampoco estaría «todo el personal afectado a la obra pública», tampoco están en Argentina los «supermercados mayoristas y minoristas, comercios minoristas de proximidad, farmacias, ferreterías, farmacias, veterinarias». No está comprendida en la cuarentena «la industria de la alimentación: toda su cadena productiva e insumos», desde la semilla hasta que llega la comida a tu casa.

Entonces, cuando se plantea la cuarentena general, ¿qué es lo que se está planteando? ¿Se plantea un estado de sitio? ¿Medidas prontas de seguridad? ¿Vamos a poner un policía en la puerta de cada casa? ¿Vamos a poner un grupo de WhatsApp para que la gente denuncie quién salió de su casa? «¡Bianchi salió! Manden un patrullero a buscarlo». Y si hay un cuidacoches, vamos a decir: «Hay un cuidacoches en la esquina de 8 de Octubre y Berro, manden un patrullero a buscarlo». Me parece que el camino que está recorriendo Uruguay es mucho más efectivo, y mucho más eficiente además, que implica un fuerte compromiso de las políticas, el asesoramiento, pero asimismo un fuerte compromiso social.

Yo quiero destacar eso, que para mí no es menor: el compromiso social, de la gente. Yo anduve por varios lados hoy, y no hay nadie en la calle. Hay muy poca gente, y va a haber menos. Con excepciones. Creo que hay un involucramiento de la gente, y entre todos nos apoderamos de las soluciones. O nos empoderamos de las soluciones.

-¿De qué forma ha colaborado el Ministerio de Defensa en el combate al Covid-19?

-Tenemos varias acciones. Tenemos el instrumento operativo del Ministerio de Defensa que son las Fuerzas Armadas. La primera medida que se nos pidió, después de aquel viernes (13, día en que se anunciaron los primeros cuatro casos), fue que en todos los puestos fronterizos, el MSP nos pidió la colaboración de los funcionarios que están en los pasos de frontera para la tarea de información y difusión. Después agregamos eso mismo en lo que fueron los operativos de la política de frontera. A los funcionarios de Ejército en tierra se los preparó para repartir información e integrarlo en la tarea de combate a la pandemia, con la tarea propia de la seguridad. Y después se sumó la Fuerza Aérea: empezamos un trabajo con Cancillería, que la verdad fue muy intenso y muy enriquecedor.

Detrás de toda esta desgracia hay que buscar qué deja de positivo. Bueno, entre las cosas positivas que encontramos en el trabajo público del Estado es que se rompieron muchas chacras que había. Todos comprendemos que todas las dependencias del Estado tienen que estar trabajando, consustanciadas y coordinadas para tener más fuerza en la batalla que estamos enfrentando. Desde la semana pasada con Cancillería hicimos muchas coordinaciones, y la Fuerza Aérea puso, de lo poco que tiene para ofrecer, todo. Pongo el ejemplo del (avión) Hércules. El Hércules vino de la Antártida la semana anterior, requería de una inspección que lleva muchos días, inspección que iba a terminar ayer miércoles, por el esfuerzo a que fue sometido en las condiciones de la Antártida, pero le pedimos al comandante de la Fuerza Aérea acelerar lo máximo que se pudieran los plazos, convocó a técnicos y el sábado de tarde pasado me llamó: «Ministro, el Hércules está pronto para cuando lo necesite». Se ganaron cinco días, y el domingo salió el primer vuelo a Lima (para repatriar uruguayos varados en Perú).

«Cuando se plantea la cuarentena general, ¿qué es lo que se está planteando? ¿Se plantea un estado de sitio? ¿Medidas prontas de seguridad? ¿Vamos a poner un policía en la puerta de cada casa para llevar detenidos a los que salgan?»

Y el martes yo me fui a la Prefectura de Trouville, donde se concentra gran parte del trabajo costero de la prefectura aquí en el sur, y les pedí que durante todos los días redoblaran el trabajo motivando, exhortando a la gente que anda por la rambla, para que vaya a sus casas y colabore en el combate al virus.

-El senador Guido Manini Ríos se ha sumado al pedido del FA para que el gobierno no aumente las tarifas públicas el 1° de abril, como había sido anunciado, teniendo en cuenta el impacto económico de la pandemia. ¿Cuál es su opinión al respecto como miembro del gabinete?

-La del gobierno en su conjunto. Así como nos hemos coordinado en el trabajo ejecutivo, también las posiciones que el gobierno adopta las adopta el presidente y todo el consejo de ministros…

-¿También la esposa de Manini, la ministra de Vivienda, Irene Moreira, avaló el aumento de tarifas?

-Sí, sí… No hubo ninguna opinión contraria. Todo el consejo de ministros por unanimidad lo votó. Y aparte, me parece muy bien, porque hay que separar lo que es la tarea ejecutiva de la legislativa o de partidos. Son roles y poderes diferentes. Vamos a entendernos: las decisiones en materia económica no solo fueron respaldadas por el consejo de ministros; dirigentes, senadores del Frente Amplio, intendentes del Frente Amplio, lo compartieron. Incluso el Pit-Cnt dice respecto a estas medidas: «No decimos que sean equivocadas», dicen que son acertadas pero agregarían otras. Nosotros creemos que estas decisiones que tomamos y lideró el presidente es una decisión focalizada, que apela a respaldar a los más humildes. Es decir, en estas instancias focalizar las políticas en aquellos que pueden ser más afectados por la crisis sanitaria. Eso para nosotros es una política de equidad.

-Desde la oposición se le sañala al presidente que incumplió su promesa electoral de no aumentar impuestos…

-Es que no hay ninguna promesa. Esto lo habíamos dicho antes de asumir. Hicimos algo que debió haber hecho el FA, en virtud de lo que correspondía a la adecuación normal, y no lo hizo por una decisión político-electoral. Tanto es así que también pasó cuando se pasó del gobierno de Mujica al mandato de Vázquez, y el propio Mujica tomó esa decisión.

-A su vez, Mujica argumenta que Isaac Alfie tampoco «adecuó» las tarifas al final del mandato colorado, justo antes de que asumiera Vázquez por primera vez en 2005…

-La verdad es que esto es lo que estaba planteado por todos los gobiernos anteriores.

-El Pit-Cnt llamó a un caceroleo y apagón social para el miércoles 25 (ayer) a las 21.10, unos minutos después de la hora en que los uruguayos nos acostumbramos a aplaudir a los médicos que están trabajando 24/7 para combatir el virus. ¿Qué opinión le merece?

-Estamos todos los días despertándonos muy temprano y acostándonos tarde con la vocación del gobierno de enfrentar la crisis, y también las consecuencias de la crisis sanitaria. Estamos pensando en la gente que se quedó sin laburo, cuando la olla en la casa empieza a temblar, (en) la gente que va al seguro de paro, entonces cuando uno ve todo eso, uno esperaría que todos estuviéramos en esa actitud. Hacer política con estos temas me parece incomprensible. Tienen todo el derecho del mundo.

Tengo la impresión de que la gente, habiendo votado este gobierno (en cualquier partido que integra la coalición) o no habiéndolo votado, ve un gobierno que está comprometido, ve un presidente que da la cara y asume la responsabilidad en este momento. Así como digo esto, digo que hay gente a la que la parece incomprensible y de poca solidaridad esta convocatoria del Pit-Cnt.

-Antes de que el virus llegara al país, su ministerio llegó a comenzar cursos de capacitación y entrenamiento a oficiales de las tres armas (tierra, agua y aire), con hincapié en el patrullaje del Ejército en la frontera. ¿Qué evaluación hace de esos entrenamientos, donde también participó Fiscalía, la Policía, Ganadería (por el abigeato), Aduanas y la Justicia?

-Inteligencia también. Refuerza lo que te decía del aspecto positivo colateral logrado: la coordinación del Estado. Lo novedoso no son las instituciones, lo novedoso es que haya seis organismos públicos coordinados por un mismo objetivo. Nosotros hicimos en 15 días lo que no se hizo en un año y medio. Porque la ley (de fronteras) es de octubre de 2018, y desde ahí al 1° de marzo no pasó absolutamente nada, porque no hubo voluntad política. Nosotros en 15 días le pedimos a cada fuerza que preparara su plan de trabajo (a las tres fuerzas de las FFAA), establecimos las necesidades de cada una, tanto del punto de vista logístico, del combustible, despliegue del personal… Paralelamente fuimos trabajando con Fiscalía, con la Aduana y con el Ministerio de Ganadería los aspectos modificativos del decreto reglamentario.

«No hubo ninguna opinión contraria. Todo el consejo de ministros por unanimidad votó (la adecuación tarifaria). Me parece muy bien, porque hay que separar lo que es la tarea ejecutiva de la legislativa o de partidos»

Después del decreto reglamentario hicimos el proceso con Presidencia de la República, buscando un proyecto de modificación del decreto, se analizó desde el punto de vista jurídico y se hicieron las modificaciones. Eso fue la primera semana, y en la segunda semana le agregamos los cursos de capacitación que preparamos en la primera semana: tres lugares del país, tres fuerzas de trabajo coordinado, y cinco instituciones además de Defensa que participaron en esto. El lunes 16 a las 7 de la mañana comenzó el despliegue en todo el país con el doble personal que habíamos previsto durante la preparación. Habíamos previsto entre 500 y mil efectivos, pero el primer día de despliegue hubo 1.209 efectivos de las tres fuerzas.

-La inseguridad pública, que es tarea del Ministerio del Interior, ¿empieza en la frontera con la droga que ingresa al país?

-En gran medida, sí. La droga que llega a una boca (la pasta base, o la cocaína), la que entra en un contenedor y muchas veces sale, en el caso del contenedor pasa dos veces por la frontera: cuando entra y cuando sale. Nos avisaron de Alemania que habían salido de acá, o la droga que salió en valijas por el Aeropuerto de Carrasco. Pero si pasa una sola frontera y termina en la esquina de tu casa la droga, pasó por la frontera antes, porque acá no se produce cocaína. Y en gran parte del crimen organizado para estar en la esquina de una ciudad o de un pueblo, atravesó antes la frontera.

-¿Hay una estrategia para enfrentar al narcotráfico, que se puedan anunciar sin avivar a los narcos?

-Esta batalla tiene un gran componente de Inteligencia (el mayor), y luego de trabajo operativo en territorio. Por eso la participación de la Dirección de Inteligencia Estratégica que dirige el Dr. (Álvaro) Garcé en parte de estos cursos de capacitación. Aquí hay un trabajo que va una provisión de información que hace Inteligencia. Y es un trabajo que nos puede servir a nosotros en frontera. Nuestra jurisdicción es frontera (en el caso de la ley de fronteras) y en el caso de la Prefectura, que tiene una dirección de Investigaciones.

-El nuevo jefe de la Armada, el contralmirante Jorge Wilson, habló de la corrupción en esa arma, que ha tenido episodios conocidos. ¿Por dónde pasa la clave para combatir y evitar la corrupción en las FFAA? ¿Quizás rotar el personal militar es una buena idea en este sentido?

-En el caso de fronteras, así como pasa en los perímetros carcelarios, una de las claves es la rotación del personal, claro. Pero desgraciadamente la corrupción no es monopolio de ninguna institución, ni en un ámbito público ni privado. Hemos visto corrupción en muchos ámbitos del Estado. La Armada Nacional tuvo episodios, es una institución histórica en la vida del país, y creo que lo que hizo el comandante cuando asumió es hacer pública una vocación del mando superior de las FFAA y del mando de la Armada. Esto es: retomando un camino con el norte que debe tener la Armada, y todas las FFAA.

-Antes que llegara el coronavirus a dominar la agenda mediática, se discutían eventuales excesos en operativos policiales. De hecho, el INDDHH tenía por lo menos seis denuncias de excesos de los uniformados en el trato, que iban más allá de pedir la cédula.

-A mí los excesos que más me preocupan son los 400 asesinatos por año y las 30.000 rapiñas. Es un exceso en una sociedad que una madre, un padre, un chiquilín, una gurisa que quiere salir a bailar o quiere salir de noche no puedan hacerlo o salen con el Jesús en la boca porque no saben si no le pegan un garrotazo, un tiro, una puñalada, y les sacan los championes y las camperas, o que los padres en la casa estén intranquilos cuando sus hijos van al liceo. Esos son los excesos que me preocupan. La Policía está actuando dentro de la Constitución y la ley, con el respaldo del mando político y vamos a enfrentar los excesos de los delincuentes. Me llama la atención que haya gente que les preocupa los excesos policiales, pero no hayan abierto la boca por los excesos de los delincuentes.

-Familiares de Desaparecidos fueron muy críticos con el último gobierno de Vázquez por entender que había caído en cierta desidia en la búsqueda de desaparecidos, y le señalaron que quedó en recibirlos y nunca lo hizo. Pero también es cierto que solo en gobiernos frentistas han aparecido restos de detenidos desaparecidos. ¿En qué consistirá el esfuerzo de su cartera en la búsqueda de desaparecidos?

-Este tema hay que abordarlo con enorme sensibilidad y respeto. Y saber que todavía hay mucho sufrimiento de muchas familias uruguayas. Yo desde la transición vengo diciendo que el horizonte ordenador de nuestro trabajo es la unidad y la paz. Y para que haya paz en la sociedad tiene que haber paz en las familias que integran la sociedad. Nunca hay paz consolidada mientras haya familias que no sientan la paz interior, y la paz interior en estas circunstancias va por saber o reencontrarse muchas veces con los restos de un familiar desaparecido.

«Tengo la impresión de que la gente, habiendo votado este gobierno (en cualquier partido que integra la coalición) o no habiéndolo votado, ve un gobierno que está comprometido, ve un presidente que da la cara y asume la responsabilidad»

Nosotros vamos a contribuir en todo aquello que se nos pida por parte de la Justicia o la Institución (Nacional) de Derechos Humanos, porque es lo que nos manda la ley, pero además porque es nuestra convicción. Actualmente hay una zona cautelada en el Batallón 13 donde nos queda un 15% y están cauteladas tres zonas en el 14. En eso seguiremos excavando.

-A grandes trazos, ¿qué FFAA se imagina liderando?

-Nosotros tenemos FFAA muy profesionales. Es una paradoja porque por lo general, el profesionalismo va de la mano de la jerarquización salarial y tecnológica una institución que requiere personal capacitado, tecnología y equipamiento. Nosotros tenemos FFAA que tienen un personal muy deprimido desde el punto de vista salarial; han sido los funcionarios más pobres de toda la administración, postergados por razones políticas e ideológicas por los gobiernos del FA. Y desde el punto de vista del equipamiento, absolutamente postergados también. Hablo de las tres armas.

Entonces, uno se pregunta, con estas dos características, ¿cómo se logra tener FFAA muy profesionales? Porque tenemos recursos humanos muy buenos. Tal es así que cuando van al exterior, Naciones Unidas dice: «Quiero al Uruguay». No en vano el cargo más importante militar de Naciones Unidas en materia de Misiones de Paz de un uruguayo, justamente por la jerarquía que tienen nuestros profesionales en misiones de paz. Yo me imagino esas FFAA profesionales, pero agregándole la jerarquización del personal desde el punto de vista salarial, humano y profesional, que es lo que ha carecido. Acá hay un ministro que los va a respaldar, los va a reconocer y a respetar. No vamos a permitir que se les falte el respeto a una institución como las FFAA.

-Las modificaciones a la reforma del Servicio de Retiro de Pensiones Militares (Caja Militar) dejaron inconformes al FA, que señalan que su déficit es del 1% del PBI. ¿Se pueden esperar cambios más profundos en la «Caja Militar»?

-Es que no entiendo por qué quedaron disconformes, si la votó el Frente la reforma de la Caja Militar. Porque se votó con los votos del FA. Está raro de entender aquello de que un partido político con mayoría legislativas propias quede disconforme de lo que con sus mayorías votó. Me parece que esa pregunta habría que volcarla en la sede del FA. Suponemos que la ley que votaron va a cumplir los efectos que ellos dijeron que iba a cumplir, que sería reducir el déficit. Porque si no fuera así, y siguen disconformes, tendrían que darle la razón a los que éramos oposición, cuando dijimos que estaba mal hecha la ley.

«Me llama la atención que haya gente que les preocupa los excesos policiales, pero no hayan abierto la boca por los excesos de los delincuentes. A mí los excesos que más me preocupan son los 400 asesinatos por año y las 30.000 rapiñas».

-¿Cómo cree que afectará esta pandemia y sus derivaciones económicas y sociales a este gobierno que usted integra y lleva menos de un mes en funciones?

-Cómo va a afectar al gobierno no lo sé, sinceramente. Ni me interesa, en absoluto. Lo que me importa es cómo va a afectar a la sociedad. Hace un año atrás, cuando pensábamos en marzo del 2020, nadie se imaginaba este marzo del 2020, pero como dice Kesman: «Es lo que hay, valor»: Esto tocó y es lo que vamos a enfrentar. Cómo será la suerte del gobierno me importa muy poco; me importa cuál será la suerte de los uruguayos.

-¿Está durmiendo poco?

-Sí… Cuánto es una respuesta que mi señora le podía dar con exactitud. Me suelo despertar a las cuatro y media, cinco de la mañana, y escucho un programa que se llama De la noche a la mañana de Radio Mitre de Argentina. Y después a las 6 de la mañana arranco a hacer zapping por las radios uruguayas, mate en mano, acompañado de la lectura, con los diarios en papel.

-¿Es feliz?

-Totalmente.

 

Montevideo