En el Mercado Modelo aseguran que el aislamiento de la población ante el avance del covid-19 provocó un aumento en la demanda.
Diego Olivera camina de un lado al otro al frente del puesto “Diego y Mabel” que tiene hace ya una vida junto a su mujer. “Somos 10 en total y acá estamos”, dice el feriante, con ese orgullo del que levantó un negocio de abajo y que no lo quiere ver caer. En el puesto de enfrente un vendedor habla con un cliente y le dice que “todo se remarcó”. Olivera lo confirma: “Todo lo que es la canasta básica subió un 40%” y menciona papa, cebolla, boniato, zapallo, pero también la naranja. “Eso fue solo en una semana”, avisa. Hay un cambio cultural y una mayor demanda: “La gente se queda en su casa y cocina, antes pedían afuera”.
Su vecino, Diego López, dice que el aumento general rondó de 20 a 30% según sus registros. “Los verdes y los tomates es lo que no ha subido, después prácticamente todo, el limón un 100% un disparate”, admite y argumenta que eso se debe sobre todo porque en el Mercado Modelo “trabajan menos y muchos vendedores no se quieren exponer”, lo que provocó un alza de precios.
¿Pero cuál es la explicación que se da desde el Mercado Modelo? El ingeniero agrónomo Pablo Pacheco, responsable del Área de Desarrollo Comercial, confirma que hubo un claro incremento en el precio de algunos productos pero sostiene que hablar del “efecto coronavirus” es simplificar una situación compleja.
Y dice que no es una cuestión oportunista. “Hay una mayor demanda sí y el precio sube, es como funciona el sistema”, afirma Pacheco. “Pero no es un efecto especulativo malvado de alguien que diga que va a aprovechar que hay necesidad de más frutas y verduras y por eso se cobra más”, asegura.
Habla de la dinámica normal del mercado. Y lo separa de situaciones que se dieron con productos de farmacia como el alcohol en gel o los tapabocas, cuyo precio se disparó en pocos días. El Mercado Modelo, que es el lugar de formación de precios de referencia a nivel nacional, emite un informe diario con la variación de los precios.
En el informe de este lunes (el último disponible hasta el momento) se indicaba que habían aumentado los valores de boniato, calabacín, cebolla, papa, zanahoria, zapallo kabutiá, zapallito, zuchini, choclo, berenjena, ciruela y limón de calidad superior. Solo habían bajado los valores de mandarinas, lechuga y chaucha chata.
Desde el mercado se afirma que hace dos años y medio que los precios de frutas y hortalizas se ubican debajo de los niveles históricos. Pero al final del verano llegó la sequía, que tuvo un primer impacto sobre todo en la papa. También hubo una zafra menguada de frutas como manzana y pera, aún sin impactar en el precio al público.
Ahora hay un aumento claro de verduras como zapallo, boniato y zanahoria, consecuencia de la sequía y del aumento de la demanda. Y ahí entra en juego el efecto coronavirus y el aparente cambio de hábito. Así lo explica Pacheco: “Hay un regreso hacia los alimentos básicos para cocinar en las casas. Muchos están encerrados, gran parte de la población se ha recluido y eso hizo reducir la ingesta fuera del hogar”.
El aumento es por esa demanda y desde el Mercado Modelo dicen que desde hace dos semanas se vende “como antes”, no hay sobrantes ni dificultades de colocación.
A unas pocas cuadras de la feria de Julio César, un puestero de un local de frutas y verduras se queja porque acaban de llamarlo del mercado y subió otra vez la zanahoria. “Están remarcando cada día, me tienen loco”, cuenta mientras le suena otra vez el teléfono. ¿Suben por el coronavirus? “No, es porque son vivos nomás”, dice y lanza una sonora carcajada.