Ocurrió hace unos días, cuando los científicos de la Base de Investigación Vernadsky ucraniana en la Antártida se despertaron y descubrieron que los alrededores generalmente blancos estaban empapados en un impactante rojo sangre. ¿Qué había ocurrido con la nieve y el hielo?
El ecologista marino Andrey Zotov, de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, capturó las imágenes mientras realizaba una investigación en la estación antártica. A primera vista, lo que uno podría pensar es que allí había ocurrido algún tipo de masacre, quizás con pingüinos, pero resulta que los culpables eran mucho más pequeños, aunque con graves implicaciones.
El culpable de la coloración se llama Chlamydomonas nivalis, y es una alga roja que se encuentra típicamente en el hielo y la nieve en las cadenas montañosas, así como en los polos. El Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania explicó el fenómeno en una publicación de Facebook. Según explican:
Estos pequeños organismos han encontrado su nicho en climas extremadamente fríos. Durante los meses de invierno, están inactivos, esperando que el hielo y la nieve se descongelen. Cuando el ambiente se calienta, florecen y se replican en su entorno. Las algas cambian de color de verde a naranja a rojo durante su ciclo de vida, con flores particularmente intensas durante largos períodos de temperaturas justas.
Y es que el clima ha sido inusualmente cálido en la Antártida durante esta temporada. La temperatura más alta jamás registrada en el continente más austral se estableció a principios de febrero con un increíble 18.3 ° C en la base de investigación argentina Esperanza, a 405 kilómetros de la Base de Investigación Vernadsky.
Sin embargo y como decíamos, aunque no se trata de ninguna masacre, tampoco son buenas noticias. Este tipo de floraciones de algas tienen un efecto nocivo sobre el hielo y el derretimiento de los glaciares en muchos lugares geográficos. El hielo blanco es en realidad bueno para reflejar la luz, reduciendo la cantidad de calor que absorbe el glaciar. Dado que las algas tienen una coloración más oscura, reflejan menos luz solar y, por tanto, los glaciares se derriten más rápido.
Dado que las temperaturas más cálidas en todo el mundo crean floraciones más tempranas y largas para las algas, se produce un círculo vicioso entre los pequeños organismos, el cambio climático y el derretimiento de los glaciares en todo el mundo