El multimillonario estadounidense fue hallado sin vida en agosto en una cárcel de Nueva York con una gran herida en la garganta y marcas en la nuca.
El video de una cámara de seguridad colocada cerca de la celda de Jeffrey Epstein en una cárcel de Nueva York con cinco horas de grabación entre las 23:00 del 22 de julio de 2019 y las 4:00 del día 23, cuando el multimillonario estadounidense emprendió su primer intento de suicidio, fue borrado accidentalmente y ya no existe, confirmaron este jueves las autoridades.
Sometido a un juicio por tráfico sexual de menores y pedofilia, acusaciones de las que se declaraba inocente, Epstein fue encontrado en su celda en la madrugada del 23 de julio del año pasado con heridas en la garganta sin dar señales de vida. Lo hospitalizaron y se repuso tras el intento de suicidio, pero un mes después lo hallaron muerto con una gran herida en la garganta y marcas en la nuca.
El fiscal federal Geoffrey S. Berman confirmó en una carta enviada este jueves al juez de distrito Kenneth M. Karas y obtenida por ABC News que el Centro Correccional Metropolitano «inadvertidamente preservó el video de otra planta» y la grabación necesaria del 22 y 23 de julio «ya no existe».
Del documento se desprende que el Gobierno se percató de la pérdida del video desde la planta donde estaba la celda de Epstein al notar que la grabación guardada, pese a ser de la misma fecha y período de tiempo, no muestra a los funcionarios del centro penitenciario cerca de ninguna celda.
El equipo legal del Centro Correccional Metropolitano explicó a los fiscales federales la ausencia del video requerido argumentando que la copia de seguridad del sistema sufrió «errores técnicos» y por eso no logró guardar todos los videos.
Joe Rojas, de la Agencia Federal de Prisiones, comentó a ABC News que «es el resultado de amiguismo» en la cárcel, ante todo entre el personal ejecutivo.
De acuerdo con la versión oficial, Epstein estaba solo en su celda cuando se suicidó, aunque no todos opinan que se trató de un suicidio. Michael Baden, exmédico forense de Nueva York, que fue contratado por la familia de Epstein para revisar la autopsia, señaló que las lesiones en el cuello del multimillonario evidencian más un homicidio que un suicidio, ya que las presiones que causaron ciertas fracturas son inconsistentes con un ahorcamiento.