El pequeño, de 1 año y dos meses de edad, vivía con su familia en la localidad de Estación Las Flores, jurisdicción del Municipio de Solis Grande, y falleció poco después de ingresar al centro hospitalario de Pan de Azúcar, en la mañana del domingo. Las autoridades de la Salud, tratan de determinar si se trató de un caso de púrpura fulminante.
Cuando se producen muertes por casos de púrpura fulminante, se activa un protocolo sanitario extremando medidas de higiene tanto en el hogar, como en los lugares que frecuentaban las victimas, sean jardines de infantes, escuelas, guarderías, etc., iniciándose la quimioprofilaxis en su núcleo familiar, su entorno y el personal médico y no médico afectado. Pudo saber diario La Prensa que un móvil de la Dirección Departamental de Salud llegó el domingo a Estación Las Flores para acercar dichos medicamentos a la familia afectada.
Desde el ministerio de Salud Pública se explica que «ante la posibilidad de una enfermedad meningocócica, el entorno debe comenzar un tratamiento antimicrobiano lo antes posible y permanecer bajo vigilancia durante 10 días en busca de signos o síntomas de la enfermedad»
La meningococemia es una enfermedad bacteriana que puede involucrar distintas partes del organismo. Puede ser inocua, como en la mayoría de los casos, pero puede afectar las meninges y producir meningitis por meningococo o, como puede ser este caso, llegar a la sangre y provocar púrpura. Cuando avanza de manera extremadamente rápida, se le llama fulminante.
La transmisión se da de persona a persona a través de las vías respiratorias. Para que la transmisión ocurra, es necesario un contacto estrecho, directo (personas que residen en la misma casa, que comparten el mismo dormitorio, lugares de hacinamiento, guarderías y escuelas) o contacto directo con secreciones respiratorias del paciente.
El período de incubación tiene una media de 2 a 4 días. La persona enferma deja de ser infectante 24 a 48 horas después de iniciado el tratamiento eficaz con antimicrobiano adecuado.
Se realizan diferentes análisis para la confirmación de la enfermedad, pero ante la sola sospecha de la presencia del germen, se inicia el tratamiento, informaron autoridades del MSP.
Recordaron que «es recomendable que ante todo cuadro febril se realice la consulta inmediata al médico sin automedicarse, así como promover la ventilación habitual de los ambientes.
En octubre de 2017 murió una niña de seis años como consecuencia de un cuadro de púrpura fulminante tras ingresar al CTI del Hospital Pereira Rossell en Montevideo, en tanto, en junio del 2018, un niño de 20 meses de edad, de la ciudad de Melo, falleció en el hospital del Tacuarembö también por púrpura fulminante.
Año a año se reporta algún caso de purpura fulminante en nuestro país, pero felizmente no se ha extendido. No se han tenido brotes en los últimos años. La mortalidad por esta enfermedad es alta, aunque varía según los países; afecta fundamentalmente a niños, pero también se ve en jóvenes y adultos, y se trasmite en comunidades cerradas, como centros de estudio y lugares de trabajo.
Quimioprofilaxis de la enfermedad meningocócica en profesionales sanitarios expuestos
La profilaxis antibiótica de la enfermedad meningocócica está indicada en aquellas personas que tienen contacto íntimo con pacientes en los que se ha diagnosticado infección meningocócica, y que pueden definirse como:
- Convivientes en el mismo hogar: personas que hayan convivido con el paciente más de cuatro horas al día durante la semana anterior al comienzo de la enfermedad.
- Compañeros de guardería, o de juegos menores de 5 años de edad.
- Personas con exposición íntima a las secreciones de vías nasales y faringe del enfermo.
Personal sanitario que haya tenido un contacto directo con secreciones respiratorias del paciente infectado, sin las debidas precauciones del uso de mascarilla: maniobras de reanimación boca a boca, intubación endotraqueal, examen cercano de orofaringe.
El tratamiento preventivo de los contactos se iniciará lo antes posible, sin esperar a los resultados de confirmación diagnóstica, idealmente en las primeras 24 horas. del diagnóstico y en todo caso antes de los 10 días de la exposición. Debe repetirse si existe un contacto con un caso nuevo después de dos semanas.