Los apicultores miran aún con más preocupación el futuro del sector luego de mantener una reunión con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Enzo Benech, y no haber recibido una respuesta positiva a ninguno de sus planteos.
«Este gobierno está atado a esta manera de producir en base a veneno y glifosato. No están dispuestos a cambiar nada», dijo a Ecos uno de los referentes de la Sociedad Apícola del Uruguay (SAU), Gabriel Rodríguez.
«Nosotros estábamos pidiendo que se volviera a una producción del tipo agroecológica o, por lo menos, empezar a tender a eso. Pero la sorpresa fue que el ministro nos dijo bien claro que no piensan ni siquiera cambiar de modelo, que van a seguir así», lamentó.
El problema es que en este contexto la apicultura «no es compatible», alertó Rodríguez. Toda la vida el sector apícola interactuaba con el agropecuario pero hoy con este sistema de producir «no es viable», agregó.
Este lunes durante la reunión el jerarca aseguró, sin justificaciones, que no se iban a analizar modificaciones. «Es una posición muy cerrada y caprichosa», consideró el expresidente de la SAU.
Por su parte, los apicultores dejaron en claro que, en estas condiciones, es «muy probable que en el corto plazo el sector desaparezca». Ante este planteo, el ingeniero Benech, ya sobre el final de la reunión, respondió que en el país antes se plantaban otras cosas que ahora ya no.
«Lo que quiso decir es que a lo mejor la apícultura tiene que desaparecer. «Nosotros nos quedamos todos fríos con esa contestación», aseveró Rodríguez.
Los trabajadores también solicitaron una compensación económica, de 30 dólares por colmena, ya que consideran que son «víctimas» de una situación de la que nada tienen que ver. «A todo nos dijeron que no, aseguraron que el país tiene déficit fiscal y que no está en condiciones de hacer ese tipo de compensaciones», agregó.
La idea era pedir esta ayuda económica para mantener las empresas hasta que se cambiara el modelo de producir a uno como el que tuvo Uruguay 20 años atrás. «En esa época los productores producían lo que querían, los apicultores también y vivíamos en una simbiosis notable. Hoy eso no es viable», subrayó el referente del sector.
La SAU no ha evaluado cómo proseguirá luego de esta reunión con Benech. «Cuando te pegan abajo de la pera quedas medio noqueado», señaló. Rodríguez hace 42 años que es apicultor y no recuerda haber pasado «nunca» por una situación como esta.
«Hoy estamos por debajo del costo de producción. Hay un enorme porcentaje de las mieles que no las podemos exportar porque salen con altos residuos de pesticidas y no se pueden colocar afuera. Lo peor del caso es Europa ya le está poniendo punto final a todos estos productos químicos que se usan acá ue a todos estos productos químicos que se usan acá y el año que viene se nos va a cerrar del todo el mercado del viejo contiene», expresó.
Rodríguez enfatizó que este problema no solo perjudica a su sector, con la desaparición de las abejas. «Hay una contaminación brutal en el medio ambiente y eso es para este gobierno es tema prohibido. Está todo el mundo callado la boca, nadie dice nada. Pero todos sabemos que hay una contaminación tremenda en los alimentos que comemos y en el agua que tomamos. Yo creo que hay que tomarse esto más en serio», cerró.