Maldonado en riesgo de un «Chernobyl Uruguayo»

OSE

El único fabricante del país le vende el producto al ente a 2000 dólares la tonelada, pero lo exporta a Brasil a 66 dólares.

Con 50 votos en 85, el Frente Amplio consideró satisfactorias las respuestas dadas por la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida De León, luego de la interpelación a la que por diez horas fue sometida este jueves en la Cámara de Diputados. 

A instancias del diputado colorado Germán Cardoso (Batllistas), De León, acompañada por el presidente de OSE, Milton Machado, debió responder sobre el “riesgo sanitario de los recursos hídricos, el consumo de agua y el análisis de los procesos de potabilización”. 

Un debate con posturas irreconciliables y en el que se hicieron graves acusaciones sobre la gestión ambiental y comercial de OSE. 

Sobre todo por las compras de cloro que el ente realiza para el proceso de potabilización, que en Uruguay solo es producido por Efice, una empresa involucrada en una serie de irregularidades en los últimos meses.

La firma, señaló el diputado, le vende el cloro a OSE a 2000 dólares la tonelada, cuando al mismo tiempo lo comercializa en Brasil a solo 66 dólares.

Para Machado se trata de una interrogante que habría que plantearle “al único proveedor que hubo en el país en los últimos tiempos”, rechazando cualquier tipo de irregularidades en el proceso. 

El presidente de OSE aseguró que se han hecho múltiples esfuerzos para favorecer la apertura de la competencia y mejorar la eficiencia en las compras. El problema, dijo, es comercial. “Existe un único proveedor, y allí OSE no tiene nada para hacer”, sostuvo. Remarcó que el precio que la empresa vende al exterior es ajeno al organismo.

Machado enumeró una serie de alternativas que se manejaron para solucionar el problema. Una fue la construcción de una planta propia. Otra, la instalación de una usina de dióxido de cloro en Aguas Corrientes.

“En absoluto tenemos algún tipo de vínculo con ningún privado” dijo, rechazando las acusaciones de Cardoso. El jerarca recordó que todas las resoluciones sobre las compras a Efice fueron aprobadas en el Directorio por el representante colorado.

En su intervención, Cardoso acusó a las autoridades de “bochorno ambiental” y de incurrir en “incompetencia o corrupción” en la toma de decisiones. 

Es qué, según explicó, la planta de producción que Efice posee en Maldonado podría ser definida como el “Chernobyl uruguayo” por la contaminación que genera, al elaborar plomo con mercurio.

La ministra De León rechazó las advertencias del legislador, afirmando que en 2015 se tomaron medidas para prevenir sucesos de contaminación en esa planta. Negó a su vez la presencia de mercurio en el proceso de potabilización.

La titular de Medio Ambiente acusó además a Cardoso de “irresponsable”, por haber hablado de una “emergencia sanitaria”, relacionada según opinó cómo el uso de fertilizantes y su impacto en la calidad del agua, así como la presencia cada vez más recurrente de cianobacterias en muchos cursos fluviales.

El colorado había mencionado “cosechas arruinadas, daños a la salud humana, dudas sobre el grado de potabilidad del agua y el riesgo cierto sobre la marca Uruguay Natural”.

Para la ministra, el diputado desconoce la complejidad de estos fenómenos, y llega a pronósticos o conclusiones sobre supuestos improbables.

Una actitud que, dijo, afecta la “credibilidad institucional” más allá del signo de gobierno.

“Existen muchos intereses que buscan instalar la desconfianza” dijo, y puso como ejemplo a las embotelladoras de agua. En ese sentido ratificó que no existe necesidad de comprar agua embotellada.

“La que sale de las canillas es absolutamente potable”, concluyó.

De León se refirió al reciente “error humano” que provocó una dosis elevada de soda caústica en Ciudad de la Costa, cuando en febrero cinco personas denunciaron irritaciones en la piel por contacto con el agua. 

“No hay que hacer terrorismo cuando sucede un evento aislado, como fue este episodio”, dijo.

En relación a la presencia de cianobacterias, la ministra señaló que “es un tema mundial muy difícil de combatir porque se trata de un elemento unicelular que cubre todo el mundo, que nació mucho antes de que la tierra fuera habitable”.

Sostuvo que, si bien se generó preocupación en la población y en las autoridades, no significó un problema de salud para la población ni afectó el agua potable. 

“Desde la aparición de las primeras floraciones distintas instituciones analizan y monitorean la dinámica y los factores que inciden”, dijo.

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