Se agrava situación de ISUSA

El Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ) denunció que la empresa estatal OSE bajó los estándares técnicos en uno de sus concursos públicos para permitir el ingreso de una empresa extranjera a la que terminó otorgándole la licitación de sulfato de aluminio, informó a ECOS su secretario general, Sebastián Azpiroz.

En un principio, esta licitación había sido ganada, en setiembre del año pasado, por la empresa química nacional Isusa, que actualmente se encuentra atravesando un proceso de reestructura por el balance negativo que tuvo en 2018, señaló el dirigente sindical.

La empresa había anunciado el despido de 120 trabajadores y el envío de 60 más al seguro de paro, además de una rebaja salarial de los que quedaban en planta de hasta el 70 por ciento, recordó Azpiroz. El STIQ se encontraba negociando con la compañía para encontrar soluciones y evitar que se produjera tal situación.

Según Azpiroz, una vez que se dio a conocer el resultado de la licitación, la empresa importadora turca Habilis impugnó la licitación y reclamó a OSE «bajar los niveles de acidez y aumentar el plazo de entrega» del producto para ofrecerle una mejor oferta. El ente estatal aceptó y, pese a que Isusa quiso bajar los costos, se informó en los últimos días que la empresa extranjera fue la ganadora.

«Estas importaciones no solo enriquecen a unos pocos, sino que en el precio final no se ven traducidos en rebaja para la población», expresó el STIQ.

El accionar de OSE es repudiado por el gremio, que subraya que el ente permite el ingreso de las empresas extranjeras bajando estándares técnicos para competir con productos nacionales, que se utilizan en los procesos de potabilización del agua que consume la población.

«Hoy OSE ganaría entre 90 y 100 mil dólares. Pero, el Estado uruguayo a través del no pago de los aportes patronales y obreros al Banco de Previsión Social (BPS) ni del seguro de pago de estos trabajadores va a andar perdiendo entre los 3 y 4 millones de dólares anuales», alertó.

Pese a esto, OSE señaló a este portal que el proceso de la licitación «se
realizó dentro del marco normativo vigente». También, a través de un comunicado escrito, aseguró que «se dio cumplimiento a todos los requisitos y controles establecidos en el texto ordenado que regula las compras estatales, lo que garantiza las condiciones de transparencia y competencia correspondientes».

«Atendiendo a que OSE dispone de más de 70 usinas de potabilización que toman el agua bruta de distintas fuentes y las mismas se han visto sometidas a una mayor presión ambiental en los últimos años, necesita un mayor rango en los valores de acidez libre», indicaron en referencia a las denuncias realizadas por el sindicato.

Pese a eso, aseguraron que esos valores «no inciden en la calidad del producto, ni provocan un detrimento en el proceso de potabilización, teniendo como resultado propiciar una solicitud de compra más abarcativa de la que hasta el momento se hacía».

Por último, desde el ente concluyeron que la incorporación del cambio en la licitación tuvo como objetivo «aumentar el número de oferentes del producto en plaza para realizar adquisiciones más eficientes y más convenientes desde el punto de vista económico».

Azpiroz explicó que hasta ahora el sindicato había generado varios ámbitos de negociación con Isusa y este lunes tenían una reunión en la que la empresa le contestaría sobre una propuesta que le habían planteado para amortiguar los despidos y la pérdida salarial.

«Esta situación que nos genera OSE hoy con la licitación nos trastoca y nos tira por tierra todo lo que veníamos avanzando en la negociación», se lamentó el secretario general.

Este lunes el sindicato se reunió de todas formas con las autoridades de Isusa para ver qué efecto tenía esta nueva noticia. Azpiroz había adelantado que en su momento la empresa ya había anunciado que si perdía la licitación «toda la plantilla del sulfato de aluminio se quedaba sin trabajo».

El sindicato sigue en medio negociaciones con las autoridades de Isusa. A partir del próximo 2 de mayo, unos 110 trabajadores irán a seguro de paro rotativo, pero hasta el momento los despidos fueron frenados.

«Esto nos haría entrar en una situación muy compleja para todo el gremio», adelantó el dirigente sindical. En la jornada el gremio también se reunió con el ministro de Industria, Guillermo Moncecchi

Ecos

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