En Yemen, dos hombres acusados de secuestrar, violar y asesinar a un niño han sido ejecutados públicamente por fusilamiento.
La ejecución se llevó a cabo la semana pasada en una plaza de la ciudad de Adén, en presencia de cientos de personas. La justicia yemení condenó a muerte a Wadah Refat y Mohamed Khaled, de 28 y 31 años, por su horripilante crimen contra Mohamed Saad, de 12 años.
En mayo pasado, el menor estaba jugando en la zona donde vivía uno de los asesinos, cuando fue interceptado por la pareja de pedófilos. El niño fue arrastrado a una casa, donde llevaron a cabo el ataque.
«Después de la violación no pudieron silenciar los gritos del niño, que pidió ayuda, así que uno de ellos tomó un cuchillo y le cortó la garganta», comunicó un juez al leer la sentencia.
Por ese caso también fue condenada una mujer, familiar de uno de los agresores, que ayudó a descuartizar el cadáver del niño, aunque su ejecución ha sido aplazada debido a su maternidad y está previsto que se lleve a cabo una vez finalizado el periodo de lactancia.
Yemen, uno de los países con tasas de ejecución per cápita más altas del mundo, aplica la ley islámica o sharía, que castiga varios crímenes con la pena de muerte.
El código penal yemení contempla como alternativas de ejecución la lapidación y la decapitación, aunque el fusilamiento es el método más habitual para aplicar la pena capital.
