Populares aplicaciones de iPhone graban la pantalla de los usuarios en secreto.
Numerosas aplicaciones para iPhone de importantes compañías, entre ellas algunas aerolíneas, agencias de viajes y marcas de ropa, monitorean cada acción del usuario dentro de los dispositivos de manera inadvertida e incluso graban la pantalla del teléfono, exponiendo en ocasiones información sensible de los clientes, informa el portal The Crunch.
Este proceso se realiza con el propósito de analizar la manera en que los usuarios utilizan la ‘app’ y detectar posibles problemas durante la interacción. Para ello, las compañías recurren a Glassbox, un proveedor de soluciones analíticas para la experiencia de usuario, que registra en tiempo real cada botón presionado y cada carácter introducido por el dueño del teléfono durante la sesión.
Entre los clientes de Glassbox que ‘espían’ la actividad de sus usuarios figuran las aerolíneas Air Canada y Singapore Airlines, la agencia de viajes Expedia, el sistema de reservas hoteleras Hotels.com y las marcas de indumentaria Abercrombie & Fitch y Hollister.
El problema surge a la hora de proteger los datos personales —tales como los documentos de identidad, datos bancarios y contraseñas— que pueden resultar visibles en una captura de pantalla. En un principio, las aplicaciones están diseñadas para enmascarar o cubrir esos campos, pero este proceso no siempre funciona de la manera correcta.
Así, al analizar la información reunida por la ‘app’ de Air Canada —que hace unos meses había sufrido un ataque de ‘hackers’ que expuso los datos de 20.000 clientes—un experto consultado por The Crunch detectó que algunos campos no quedaban ocultados correctamente, de modo que los números de pasaporte y datos de tarjeta de crédito de los clientes podían resultar expuestos.
Si bien todas las aplicaciones disponibles para su descarga en la tienda AppStore deben detallar su política de privacidad, ninguno de los programas mencionados especifica la posibilidad de grabar la pantalla del teléfono. Y dado que Glassbox no necesita ningún permiso especial —ya sea de parte de Apple o del dueño del dispositivo— el usuario no tiene la posibilidad de saber cuándo su pantalla está siendo grabada.
