Un hombre de 60 años que integraba el grupo Testigos de Jehová, en el balneario La Paloma, fue condenado por la Justicia por abusar sexualmente de una joven.
Según informó La Paloma Diario, el hombre, que fue expulsado del grupo religioso, abusaba de una joven de 20 años con capacidades diferentes. La Justicia lo condenó a tres años de prisión por «abusos sexuales agravados».
El abusador conocía a la víctima desde que era niña, ya que solía cuidarla junto a su esposa cuando la madre trabajaba.
Según el medio rochense, la llevaba a una casa que él cuidaba en el balneario La Paloma, donde la ataba y cometía abusos sexuales. Luego, le enviaba mensajes de texto amenazándola para evitar que contara lo sucedido.
El hombre, que carece de antecedentes penales, deberá pagar también un salario mensual a la víctima.
Según la información policial que aporta Rocha al Día, el imputado «se valió de la cercanía a la familia para cometer los abusos». La menor está medicada para conciliar el sueño, debido al impacto provocado por los abusos.
La familia envió una carta a la agrupación Testigos de Jehová, según información aportada por el periodista Robert Santurio. «Por medio de esta carta pongo en pleno conocimiento los actos de uno de sus seguidores, R.M.S, estos mismos están sumamente comprobados por la justicia ya que hay evidencia», comienza.
El hombre «atentó contra el pudor de XXX en reiteradas ocasiones (más de 3 meses seguidos) además de cometer abuso sexual, abuso psicológico, manipulación, abuso físico».
Agrega que desde que se produjeron estos hechos «se notó un cambio de humor y un alejamiento total hacia sus amistades y familia».
«En más de una ocasión aprovechaba que yo no me encontraba para contactarla y así abusar de ella», señaló la madre en la carta. La persecución fue tal que la joven abandonó por un periodo sus estudios y las actividades recreativas que normalmente realizaba «ya que él la esperaba y la hacía dirigirse hacia ciertos lugares donde realizaba estos actos».