Presenció un arresto ciudadano, el ladrón fue liberado. En un mes le desvalijaron la casa, se la apedrearon y se la prendieron fuego.
La vida de Silvana se convirtió en un calvario desde que participó en un arresto ciudadano que ocurrió a escasas cuadras de donde vivía el pasado jueves 24 de mayo. Primero le desvalijaron la casa, luego se la apedrearon y este martes se la incendiaron.
En la zona de Camino Carrasco y Felipe Cardoso, ese jueves escuchó a una vecina gritar. La estaban robando. Un compañero de trabajo de Silvana detuvo al ladrón de 17 años. Ella también estuvo ahí mientras esperaban a la policía y el apresado la reconoció. Ella vivía al lado de la casa de su tía en el asentamiento que está ubicado frente a la Usina.
El delincuente le pidió si podía ir a buscar a su tía y pedirle ayuda. Silvana no lo hizo. Parecía que todo había terminado ahí pero esta situación le costó su vivienda y ahora sus allegados, temen por su vida.
El joven quedó libre ese mismo día a pesar de tener antecedentes penales. Y esa misma noche cuando Silvana llegó a su casa, se encontró con que se la habían desvalijado. Hizo la denuncia en la Comisaría 25. No obtuvo respuesta.
El delincuente forma parte de una banda que lidera la zona y que es dirigida por su tío.
Silvana comenzó a recibir amenazas de que le apedrearían su vivienda, y también el lugar donde trabajaba. Hicieron otra denuncia en la comisaría. Pero tampoco pasó nada.
Las amenazas siguieron unos días después y cada vez eran más fuertes. Los tíos del delincuente fueron hasta su lugar de trabajo y, otra vez, le aseguraron que le apedrearían la casa y así fue. A raíz de esta situación, amplió la denuncia pidiendo auxilio.
En la comisaría le dijeron que debía filmar a las personas amenazándola y que iban a dar cuenta al fiscal. Pero nunca supo la respuesta del magistrado porque la mandaron para su casa y le dijeron que la iban a llamar, pero el teléfono nunca sonó.
El martes 5 junio la amenazaron con que le quemarían su vivienda. Luego de este hecho, Silvana fue recibida por el Ministerio del Interior donde le pidieron que se quedara tranquila que iban a intervenir para dar por finalizado ese martirio.
Pasaron más de 20 días. La tía del delincuente tiró combustible para adentro de la casa de Silvana y el lugar ardió en llamas. Un vecino la vio e intentó intervenir. Quiso tomar una manguera para apagarlo pero a cambio recibió un disparo en el hombro. Silvana se quedó sin casa, está desesperada.
El nombre de la víctima fue cambiado para resguardar su identidad. El relato surge de una entrevista realizada a una persona que la acompañó y la ayudó en todo este tiempo