Alcoholizado y violento, conocido en el barrio por portar armas, disparó el arma porque no lo dejaron entrar en una sede. Quedó libre

Un hombre de 32 años, conocido por estar generalmente portando un arma de fuego, fue detenido tras efectuar al menos un disparo frente a la sede de Progreso, en Batlle Berres y Larrañaga, porque no lo dejaron entrar con su perro.

Ya era de noche el pasado martes, cuando en la sede de Progreso estaban reunidos los habituales parroquianos, cuando llegó el hombre de 32 años, en aparente estado de ebriedad. Iba con su perro e intentó ingresarlo en la sede, a lo que los demás se negaron, pidiéndole que lo dejara afuera. El hombre se enojó y comenzó a vociferar e insultar a los parroquianos, incluso invitándolos a salir del local para pelear, y alcanzó a golpear con el puño a una de las personas.

El hombre se retiró del lugar y quienes estaban en el local decidieron cerrar las puertas por si volvía, ya que generalmente anda armado. También, y por las dudas, llamaron al 911. Efectivamente el hombre regresó, encontró las puertas cerradas, sacó un arma de entre sus ropas e hizo un disparo al aire
A los minutos concurrió al lugar personal policial del Grupo de Respuesta Táctica (GRT) y de la Seccional Segunda, y vieron que efectivamente el hombre denunciado estaba en el barrio, y cuando él los vio, salió corriendo por Independencia hacia el barrio Jardín.

Los policías comenzaron la búsqueda en las calles internas del barrio, y lograron detener al hombre de 32 años, que en ese momento llevaba consigo un revólver Colt calibre .38 con tres cartuchos “vivos” y uno detonado, y fue conducido hasta la Comisaría de calle Sarandí.

Puesto el hecho en conocimiento de Fiscalía se dispuso que el denunciado permaneciera detenido, que fueran citados los denunciantes y policías aprehensores a Fiscalía, que el arma permaneciera incautada y se realizara el peritaje de rigor.

Tras los trámites del caso, y una vez en la sede de los juzgados en 18 de Julio y Zorrilla de San Martín, la Justicia Penal resolvió la formalización de la investigación respecto al imputado de 32 años por la presunta comisión de un delito de violencia privada, especialmente agravado, en calidad de autor.

Se dispuso la suspensión del proceso bajo tres condiciones: la obligación de residir en un lugar específico por 60 días, debiendo indicar cualquier cambio de domicilio; la prohibición de acercarse a la sede de Progreso por el plazo de 60 días y la obligación de presentarse en debida forma ante la Seccional policial de su domicilio una vez por semana, con permanencia de una hora, por el plazo de 60 días, debiendo coordinar con la Seccional el día de la semana en que cumplirá tal presentación.

ElTelegrafo

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