Vecinos se cansan de los robos y realizan rondas de patrullaje, Bonomi advierte que les «traerá un montón de problemas»

La advertencia del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, no encontró eco en Toledo. Anoche, una patrulla vecinal volvió a salir como lo viene haciendo desde el jueves pasado. Entre calles y caminos con pozos y mal iluminados, la «ronda vecinal» salió a vigilar los barrios.

Minutos después de las 6 de la tarde, tres hombres subieron a un vehículo del año 1990. No llevaban armas letales pero portaban chalecos antibalas, gas pimienta y celulares. También tenían precintos de plástico, como los que usa la Policía en lugar de esposas, y un cuaderno para anotar matrículas y datos que fueran surgiendo.

Un equipo de El País acompañó a uno de los vehículos que participó en el primer turno de la «ronda vecinal». Antes de salir, el edil Alfredo Silva, promotor de la iniciativa, coordinó por teléfono el plan de trabajo con los otros equipos que iban a desplegarse por la localidad canaria, recorriendo las zonas sur y norte de la ciudad.

Silva conduce, el retirado policial Florentino Techera va como acompañante y en el asiento de atrás va otro vecino tomando apuntes. Al entrar al barrio «Veinte-Veinte» ubican un vehículo sospechoso. El apuntador anota la matrícula y Silva llama a alguien —que no identifica— y le comunica la matrícula al estilo policial: Alfa, Charlie, Zulú…

 

La ronda sigue y el auto avanza por la Ruta 33, allí se cruza con un patrullero. No hay saludo. «Andan donde hay luz, no los vamos a encontrar patrullando en los barrios», dice.

El ministro Bonomi pidió el lunes que se suspendieran las patrullas civiles ya que es una medida que «está mal» y «no es recomendable». Advirtió que se trata de algo «peligroso si se encuentran con delincuentes». «Suspéndanlo porque les va a generar un montón de problemas a ustedes mismos «, dijo.

La ciudad de Toledo viene sufriendo serios problemas de seguridad. Un supermercado y una sucursal de una red de cobranzas fueron asaltados la semana pasada ante la mirada de un centenar de clientes. Se desató un tiroteo. Un cliente y un guardia resultaron heridos.

Días después un pequeño comerciante recibía tres disparos en su cuerpo tras ser asaltado en su negocio. A esto se suman decenas de hurtos, rapiñas y arrebatos en distintos barrios.

El grupo de vecinos patrulleros está conformado por personas de todos los partidos, entre los que hay varias mujeres y ex integrantes de la Policía y las Fuerzas Armadas.

Se han dividido las guardias en tres turnos de cuatro horas. Comienzan a la hora 18:00 y culminan con las primeras luces del día. Los grupos que participan del patrullaje circulan dentro de los 40 kilómetros de la ciudad de Toledo. Saben que no pueden ejercer la tarea policial pero, en caso de encontrar a alguien cometiendo un delito, pueden proceder a detenerlo y trasladarlo a la comisaría.

Los gastos de funcionamiento son financiados mediante colectas populares y el aporte de los comerciantes.

«No estamos para confrontar con el ministro, queremos abrir un diálogo que nos permita alcanzar soluciones. Cada turno de la seccional de Toledo tiene cinco policías. Queremos que haya al menos 15 efectivos y más patrulleros en cada turno», aseguró Silva.

Por otro lado, el edil aseguró que las marchas por seguridad realizadas en Canelones no han generado resultados. «Lo principal es el diálogo y que cada pueblo presente su realidad sin intermediarios», afirmó.

ElPais