En tres jornadas, la firma de remates Carrau liquidó la Planta de Cosechas del Uruguay y Cereales del Uruguay (dos firmas unidas), que tenían su principal sede en Nueva Palmira, propiedad de empresarios argentinos. Juan Bauza compró la planta local y será reactivada. Falta la venta de 3.200 hectáreas. No hay cómo cubrir las deudas
Cosechas del Uruguay (CDU) debía 32 millones de dólares y Cereales del Uruguay 3 millones. Ambas firmas -ubicadas en el mismo lugar-, propiedad de empresarios argentinos, al momento de abandonar la planta tenían solamente con los bancos una deuda de 35 millones de dólares de créditos vigentes y vencidos con los bancos. El principal acreedor es el Banco República.
La planta de silos para 40 mil toneladas, y un campo lindero, todo ubicado en Domingo Ordoñana entre Salto y Tacuarembó, subastados el 12 de abril, fueron comprados por el empresario bodeguero y ex propietario de Pagnifique, Juan Bouza, uno de los hombres más ricos de Uruguay (según informe 2014 de la revista ‘Caras & Caretas’). El escribano y rematador, Juan Pablo Carrau, golpeó fuerte el martillo, diciendo “vendido” cuando la oferta llegó a los “2.550.000 dólares”.
Lo más importante y novedoso es que Bouza pretende incursionar en un nuevo rubro: el acopio y venta de granos. Reactivará la planta, para lo cual ya tomó a a una persona que había estado en la oficina hasta junio de 2017, cuando de un día para otro los argentinos se fueron del país, dejando un reguero de deudas.
Hasta su cierre en el 2017, en CDU trabajaban entre 20 y 25 personas, contando el personal de oficina y del de empresas tercerizadas. Por el momento, solo uno recuperó su fuente de trabajo. El paso siguiente será realizar reparaciones y mantenimiento de la planta, con el fin de que quede habilitada lo antes posible.
Para Bouza fue un gran negocio. Una idea de precios: Fadisol S.A. está haciendo a nuevo la planta de silos que colapsó en el 2015 (Ruta 21, a escasos kilómetros de la planta urbana de Nueva Palmira) con una inversión de 7.500.000 dólares.
La planta a nuevo es para 20 mil toneladas; la de Cosechas (CDU), con 15 años de uso, tiene capacidad vigente para 40 mil toneladas y se pagó 2.550.000 dólares.
Sigamos con los remates de Cosechas. El miércoles 18 de abril en la misma planta de silos de CDU, Carrau efectuó la segunda parte de la subasta: “vehículos y variada maquinaría agrícola de primera calidad, con muy poco uso y excelente estado de conservación” -indicaba el volante- destacándose “cosechadoras Case 7230 y John Deere 9770 con plataformas y carro, cabezales maieros Mainero y Allochis, tractores Case y New Holland, camión Volkswagen, retroexcavadora John Deere, 2 Ford Ranger y 4 Nissan Frontier, 1 Nissan D21, 2 Nissan D22, 1 Chevrolet Montana y mucho más”.
“Se vendió el 100% de la maquinaria y la flota de vehículos por un valor acumulado de 1.024.000 dólares”, pese a que se exigía el 30% de seña y el pago del resto en un plazo de una semana. Los bajos precios y el fuerte poder económico de particulares y empresarios facilitó la subasta que era ”directamente al contado”, indicaron profesionales del sector agrario en diálogo con EL ECO.
El tercer y último remate -al menos por ahora- fue el martes 24, en Durazno. La venta alcanzó los “596 mil dólares”, indicó Carrau a EL ECO. Se subastó un “predio de 10,384 ha (diez hectáreas y trescientos ochenta y cuarto metros) con balanza”, más “una edificación central de 150 m ideal para casa habitación u oficinas, que cuenta con tres grandes galpones: uno de 650 m contiguo a otro de 301 m con sistema de drenaje y ventilación, otro galpón de 738 con gran explanada, balanza a nivel de piso y sistema de fácil limpieza. Más de 1750 m construidos”, indicaba el volante del remate. La base de la subasta era por 500.000 dólares y se liquidó todo por 96 mil dólares más (o sea que la oferta mayor fue de 596.000 dólares).
Lo vendido en los tres remates sumó 4.170.000 dólares. Descontando impuestos, gastos de la firma rematadora y otros, puede que quede un líquido que supere tímidamente los 3 millones de dólares, o sea que de los 35 millones -sólo de deuda en bancos- quedarán pendiente 32 millones de dólares.
De CDU quedan para la venta 3.200 hectáreas de campo, ubicados en Soriano y Colonia. “No se sabe si irán a remate o se pondrán directamente a la venta -indicó Carrau-. Pensamos que en días eso quedará definido”. Estimó que los campos podrían rondar los “20 millones de dólares”.
En síntesis, si se lograra rematar o vender en forma directa las 3.200 hectáreas, en estos tiempos donde los precios de los campos han bajado, se llegaría a unos veinte y algo de millones (sacando impuestos).
Definitivamente, ni siquiera el Banco República logrará recuperar lo que le adeuda CDU, y muy lejos están de cobrar los acreedores particulares, entre los que hay pequeños prestadores de servicio.
Las deudas del Molino Dolores, de Cereoil, de Cosechas del Uruguay y de otras firmas que cerraron, han generado una fuerte depresión económica en prestadores de servicio y productores, más la pérdida de fuentes de trabajo, sin contar las pérdidas en los bancos (privados y estatal).