Fuera de la ley

El Tribunal Superior de Justicia de Brasil (STJ) negó el viernes otro «habeas corpus» a la defensa de Luiz Inácio Lula da Silva que podría haber impedido que se cumpla la orden de prisión dictada contra el exmandatario brasileño. El cual se encuentra guarecido en un local del partido y se niega a entregarse.

El rechazo del recurso presentado esta madrugada por la defensa de Lula fue confirmado por el propio TSJ unos cuarenta minutos antes de que se cumpla el plazo dado por el juez federal Sergio Moro para que el exmandatario se entregue a las autoridades, que vence a las 20.00 GMT.

La decisión de negar ese recurso fue tomada por el juez Félix Fischer, uno de los miembros del STJ y responsable en esa corte por los casos vinculados a la operación Lava Jato, referida a la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras y por la que Lula fue condenado a doce años de prisión.

Fischer, durante esta jornada, ha negado otros recursos similares pero presentados por organizaciones de la sociedad civil o en nombre de ciudadanos que no tenían autorización para actuar en nombre del ex presidente.

Esta última apelación, sin embargo, sí había sido presentada por la defensa de Lula, por lo que el rechazo tiene mucho más peso que los anteriores.

Cuando faltaba apenas media hora para se cumpliera el plazo dado para su entrega, Lula continuaba acuartelado en un sindicato de Sao Bernardo do Campo, ciudad vecina a Sao Paulo, al que llegó la tarde de este jueves, después de que fue informado de la orden de captura.

Desde la mañana de hoy, fuentes del Partido de los Trabajadores y otros allegados a Lula han hecho circular distintas versiones, desde que no se entregará hasta que lo hará al límite del plazo fijado, en contradictorias declaraciones que han creado un clima de cierta tensión en Sao Bernardo do Campo, donde cientos de personas rodean la sede del sindicato.

Según las normas en vigor en Brasil, una orden de captura solo puede ser cumplida entre las 06.00 y las 18.00 hora local, que suponen las 21.00 GMT, con lo cual si Lula no se entrega, serán las autoridades las que pasarán a tener un plazo de una hora para arrestarle.

Jorge Chastalo Filho, jefe del equipo de custodia y escolta de la Policía Federal de Curitiba, donde debe presentare Lula, declaró que la entrega puede ser en esa ciudad o incluso en Sao Paulo, caso en que sería trasladado en un avión policial, que se le ha ofrecido.

El funcionario no aclaró qué actitud tomaría la Policía si Lula se resiste y no se entrega dentro del plazo fijado.

«Ejecutaremos el mandato en el momento más oportuno», declaró el agente, sin más aclaraciones.

Uno de los abogados de Lula dijo a Folha de S. Paulo que no se entregará, su idea es esperar en el sindicato a que vaya la policía federal.

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