La Comisión Investigadora que, en Diputados, indaga sobre la serie de irregularidades detectadas en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) comenzó a analizar, según los legisladores, uno de los temas “más duros” de su agenda.
Se trata de las denuncias que giran en torno la situación de las Colonias Psiquiátricas Etchepare y Santín Carlos Rossi, en particular lo sucedido hasta 2015, bajo la gestión del entonces director Osvaldo Do Campo.
Una auditoría interna realizada por ASSE luego de su remoción había detectado una serie de compras de electrodomésticos a nombre y con el dinero de los pacientes, la mayoría de ellos declarados incapaces judicialmente.
Algunos de los televisores, calefones, heladeras o microondas fueron destinados a las distintas salas de los centros. De otros, nunca se supo su destino pero lo cierto es que nunca llegó a manos de sus legítimos dueños.
La comisión logró este lunes confirmar el hecho luego del testimonio del actual director de las colonias, Federico Sacchi, que ante los legisladores aseguró que luego de asumir mandó frenar esas prácticas.
Sin embargo, el propio jerarca admitió que nunca hubo una investigación para llegar a los responsables de lo que, en los hechos, constituyó un robo a los pacientes.
Por su propia condición, los internos no están autorizados a manejar dinero, que en caso de no existir curadores es administrado por la dirección de las colonias.
La compra de diversos bienes sin el consentimiento de los pacientes fue justificada ante la comisión por Macarena Santoro, que durante la gestión de Do Campo se desempeñó como directora adjunta y que, tiempo después, se convirtió en su esposa.
“Eran bienes de uso común», afirmó. “Si yo compro un televisor para mi casa, se entiende que será para uso de toda la familia”, dijo.
Según expresó el diputado Eduardo Rubio (Unidad Popular), también fueron detectadas irregularidades con las “compras” que los internos realizaban en la cantina que funcionaba en la institución. Nunca hubo un control sobre lo que presuntamente gastaban ni tampoco si recibían lo adquirido.
Rubio lamentó la falta de sumarios para esclarecer responsabilidades en este tema, al afirmar que ASSE debería haber investigado.
La gestión de Do Campo y Santoro también está en la mira por otro motivo.
Por ley y en caso de no existir herederos, el dinero de los pacientes que fallecen es transferido a la Contaduría General de la Nación. “Curiosamente, entre 2011 y 2015 no murió nadie en las colonias”, ironizó Rubio.
En todos esos años no hubo transferencias pese a que se registraron varios decesos. Según afirmó en la comisión el actual director, el dinero faltante finalmente apareció.
“La plata está,” dijo Sacchi, al agregar que recién en 2017 volvieron a efectuarse los pagos correspondientes.
Rubio se preguntó qué se hizo en todo ese tiempo con esos montos.
El legislador cuestionó toda esta serie de irregularidades cuyas víctimas fueron las personas más vulnerables del sistema de salud y afirmó que este será uno de los temas que serán derivados a la Justicia cuando la Investigadora culmine sus actuaciones.