Un nuevo caso de corrupción en Brasil salpica otra vez al presidente Michel Temer a poco días de anunciar que pretendía postularse para una reelección en las próximas elecciones presidenciales del mes de octubre.
Esta vez, la Policía Federal, respondiendo a una orden de la Fiscalía General de la República y de un juez del Supremo, detuvo a dos amigos íntimos desde hace décadas de Temer, que venían siendo investigados por ser supuestos testaferros del presidente.
El abogado José Yunes, es uno de los detenidos, quién ocupó cargos importantes dentro del partido de Michel Temer, el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), además de ser asesor del presidente de Brasil.
Yunes renunció a su cargo en el año 2016 luego de que uno de los antiguos ejecutivos de Odebrecht lo acusó de recibir 2,6 millones de dólares para financiar una campaña electoral para su partido.
También mantiene relaciones comerciales con Michel Temer, ya que el presidente le compró una casa en uno de los barrios VIP de São Paulo, la que decidió fijar como residencia privada, y tiene su despacho profesional en un edificio que pertenece a la familia de Yunes.
Quizá lo más condenatorio, es que el presidente Temer, le otorgó a su amigo José Yunes, entre los años 2013 y 2016, un poder especial para poder firmar contratos en su nombre y realizar movimientos en sus cuentas bancarias.
El otro detenido es el coronel del Ejército brasileño, João Batista Lima Filho, cuyo nombre ya había resonado en los últimos meses tras ser vinculado de actuar como intermediario y testaferro de Michel Temer. Lima es dueño de una empresa de ingeniería que prosperó siempre en la órbita de los cargos públicos que ocupó Temer. Durante un allanamiento, en el año pasado, la policía encontró documentos que sugerían que el coronel Lima se había hecho cargo de pagar la renovación de la casa de una de las hijas del presidente de Brasil.