A la cárcel por «grooming», en Córdoba

En su perfil de Instagram aparecía como “argentinagringo”. Era el seudónimo desde el cual Bryan David Poplin, un estadounidense de 31 años que vivía en Córdoba, contactó a dos adolescentes de 13 años.

En un juicio abreviado se declaró culpable por acosar y difundir imágenes pornográficas de las víctimas y lo condenaron a tres años de prisión efectiva.

El estudiante de arquitectura estaba detenido desde el 20 de abril de 2017, pero el alerta se había activado un año antes, a través del Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados. Fue en ese momento cuando trascendió la primera denuncia.

Se trataba de una chica del valle de Punilla, a la que después de conseguir que le diera su teléfono convenció para que le enviara por WhatsApp fotos y videos desnuda. El segundo caso llegó poco después, con características muy similares. La víctima era de una localidad de Gran Córdoba y la acosó desde su cuenta de Instagram.

Para la fiscal, Ingrid Vago, ya no quedaban dudas. Poplin se había ganado la confianza de las adolescentes para atentar contra su “integridad sexual” y el hombre fue entonces primero imputado y en las últimas horas condenado por el delito de Grooming.

Pero las dos chicas cordobesas no habían sido sus únicas víctimas. Durante la investigación se comprobó que el norteamericano ya había sido condenado en 2011 en su país por el abuso sexual de una nena en Carolina del Norte y que en 2015 había sumado otra causa por intentar que una nena de ocho años le mandara fotos.

Acorralado, Poplin se exilió y buscó refugio en Córdoba, donde se anotó en la carrera de Arquitectura y hasta realizaba tareas sociales en distintos barrios carenciados. Según consta en la causa, indicó el diario La Voz, una hermana del condenado llamó al estudio donde trabajaba después de su detención para pedir que escondieran su computadora personal.

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