Carta abierta dirigida al Consejero de Primaria Pablo Caggiani en respuesta a sus declaraciones a Búsqueda

Me dirijo a usted en virtud de las declaraciones vertidas al semanario Búsqueda (edición No. 1955) el pasado jueves 1ero de febrero en donde hace referencia a la propuesta educativa de CERES para los jóvenes de contexto vulnerable, inspirada en la experiencia del Liceo Impulso, un liceo gratuito, laico y de gestión privada situado en la Cuenca de Casavalle.

Frente a una situación crítica en la que el sistema educativo actual logra que sólo 2 de cada 10 jóvenes de contextos vulnerables terminen el liceo y que los que terminan lo hagan con graves déficit de aprendizajes que los condena a seguir en la exclusión social, CERES ha recorrido el país en los últimos dos años proponiendo un cambio de paradigma educativo con las siguientes características:
1. Una propuesta académica de excelencia educativa para jóvenes que hoy no la reciben
· Cuerpo docente estable con dedicación exclusiva entrenado en técnicas pedagógicas especializadas en la formación de jóvenes de contexto vulnerable.
· Director especializado en gestión de liceos de contextos vulnerables.
2. Una propuesta de contención para jóvenes que hoy no la tienen
· Clase de 8 a 18 hs de lunes a viernes, los sábados de mañana y liceo de verano.
· Desayuno, almuerzo y merienda en el liceo para asegurar una nutrición balanceada.
· Chequeos periódicos físicos, psicológicos, odontológicos y oftalmológicos, con especial énfasis en detección temprana de problemas psiquiátricos y adicciones.
· Inserción laboral temprana y gradual que permita que los jóvenes desarrollen hábitos de trabajo y que se integren a una parte de nuestra comunidad que les es ajena.
3. Una propuesta de familia
· Integración institucionalizada de la familia o de los referentes adultos del estudiante a la vida del liceo, para que se involucren activamente y se comprometan con su trayectoria y superación académica.
CERES propone aplicar este modelo educativo, que está generando resultados extraordinarios, en 136 liceos públicos laicos, gratuitos y obligatorios (y que, por lo tanto, cumplen con los principios varelianos) en todos los barrios vulnerables del país.
Ud. afirma que esta propuesta se basa en un sistema de vouchers (“vos ‘le das la plata a los padres’ para que ellos ‘elijan’ el instituto privado al que enviarán a sus hijos”) y que esta propuesta piensa la educación con mecanismos de empresa bajo una lógica de mercado. Una suerte de privatización de la educación pública. Pregunto: ¿qué parte de nuestra propuesta contiene algo de lo que Ud. afirma? Le respondo: ninguna.
Ud. afirma que esta propuesta genera desigualdad y exclusión. ¿Genera desigualdad una experiencia educativa en la que al final de tercero hay un 90% de retención cuando en liceos de contexto similar la deserción es del 80%? ¿O más bien genera exclusión el sistema educativo actual que no retiene a la mayoría de los jóvenes de contextos vulnerables? En el Liceo Impulso hay que sortear 100 lugares (y la admisión se hace estrictamente por sorteo) para 500 inscriptos porque la enorme mayoría de las familias de Casavalle quieren que sus hijos estudien allí. Pregunto: ¿no sería acaso deseable generalizar propuestas educativas de este tipo a los 136 liceos públicos modelo que proponemos, para que TODOS los jóvenes del país que viven en zonas vulnerables tengan una oportunidad de educarse y de un futuro digno? Le respondo: no tengo la menor duda.
Ud. afirma que esta propuesta es cara e inalcanzable. Según nuestros cálculos aplicar este paradigma educativo a los 136 liceos públicos modelo costaría 160 millones de dólares adicionales por año, una gota en el océano en un presupuesto de gastos del Estado de 14 mil millones de dólares anuales. Las estimaciones que realizamos sobre la rentabilidad social de esta propuesta educativa concluyen que los costos financieros de este proyecto se recuperan en un lapso de apenas 12 años, gracias a su impacto positivo en la reducción de la informalidad, la dependencia y el delito. Pregunto: ¿no cree Ud. que esto sería una gran inversión para empezar a revertir la grave fractura social del país? Le respondo: no imagino inversión alguna que tenga mayor rentabilidad social.
Ud. afirma que los liceos gratuitos de gestión privada son financiados indirectamente por el Estado a través de donaciones que se benefician de exoneraciones fiscales. Es cierto. Es también cierto que esto es lo que hacen todos los gobiernos inteligentes del mundo para que la comunidad se ponga en movimiento buscando soluciones innovadoras a graves problemas sociales. Impulso (entre otras propuestas prometedoras) muestra que hay otro camino posible para la educación pública que produce resultados muy superiores a los actuales. Lo que debemos entonces hacer como sociedad es aprender de estas experiencias y desde lo público multiplicar lo que funciona. Nosotros proponemos que se haga desde la educación pública por una razón sencilla: porque creemos en ella. Pregunto: ¿en qué sentido nuestra propuesta sugiere que no sea el Estado el que diseñe y ejecute la política educativa? Le respondo: en ninguno.
La misión de CERES es contribuir al debate público de ideas y propuestas para la mejora de nuestra sociedad, por lo que si hemos logrado que una autoridad se exprese sobre ellas es un primer paso para ese debate que entendemos muy positivo. También nos alegra coincidir en que ambos estamos en contra de las propuestas educativas que generan desigualdad. Lamentablemente, discrepamos profundamente en cuáles son las que generan desigualdad o exclusión.
Quedo a las órdenes para continuar el diálogo y sobre todo para invitarlo a visitar el Liceo Impulso para hablar con los estudiantes y sus familias y con el formidable equipo que hace posible que allí se esté consumando un pequeño milagro. En el entendido que se trata de un asunto esencial para nuestro país, y en el acuerdo de que TODOS los jóvenes tienen derecho a acceder a una propuesta educativa de calidad que les asegure un futuro digno sin que ese futuro dependa de un bolillero.
Atentamente, Ernesto Talvi
Director Académico de CERES Montevideo,
5 de febrero de 2018