Culpable pero libre

La condena por corrupción al expresidente de Brasil, Lula da Silva, tomó por sorpresa al exmandatario por la unanimidad: los tres jueces lo encontraron culpable.

Este nuevo capítulo en su causa compromete su candidatura para las próximas elecciones presidenciales en octubre pero todavía se mantiene lejos de la cárcel porque los jueces esperarán a que el acusado agote sus últimos recursos de apelación.

La condena por corrupción al expresidente de Brasil, Lula da Silva, tomó por sorpresa al exmandatario por la unanimidad: los tres jueces lo encontraron culpable. Este nuevo capítulo en su causa compromete su candidatura para las próximas elecciones presidenciales en octubre pero todavía se mantiene lejos de la cárcel porque los jueces esperarán a que el acusado agote sus últimos recursos de apelación.

Tanto Gebran, como su compañero Leandro Paulsen, votaron por extender la pena ya existente: de nueve años y medio, pasaría a 12 años y un mes. Sin embargo, el expresidente no será detenido de inmediato, ya que todavía tiene a su favor un abanico de apelaciones. Su defensa podrá utilizar varios recursos jurídicos para seguir aplazando su arresto.
Aunque hora la mayor preocupación del Partido de los Trabajadores (PT) es si da Silva podrá ser candidato o no en los próximos comicios. La legislación de Brasil no permite que una persona condenada en segunda instancia pueda asumir un cargo, elegido por voto popular. Pero a pesar del mal pronóstico, el exmandatario podrá apelar la decisión al Tribunal Federal Regional N°4, al Superior Tribunal de Justicia, al Supremo Tribunal Federal y al Tribunal Superior Electoral. Este último será el encargado de decidir si su candidatura puede seguir en curso.

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