El líder del Partido de los Trabajadores de Brasil y candidato a la presidencia fue encontrado culpable de corrupción por un tribunal de segunda instancia.
En el marco de una importante movilización en las afueras de la sede de la Justicia Federal de Porto Alegre, el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4) ratificó la condena al expresidente de Brasil y candidato del Partido de los Trabajadores (PT) Lula da Silva.
De esta forma se confirma la sentencia de primera instancia del juez de la 13ª Corte Federal de Curitiba, Sergio Moro, quién está a cargo de la mega causa conocida como Lava Jato (‘lavado a presión’, en español). Esta investigación reveló una trama de corrupción alrededor de la empresa estatal brasileña de petróleos Petrobras y una larga lista de sobornos pagados a dirigentes políticos por el gigante de la construcción Odebrecht.
En el juicio celebrado en julio de 2017 el expresidente fue condenado por aceptar un lujoso departamento a cambio de beneficiar a la constructora OAS, con contratos de la estatal Petrobras.
La adjudicación del inmueble, frente a la playa en el Condominio Solaris en Guarujá (municipio del estado de San Pablo), se habría llevado a cabo a través de familiares de Lula. En la denuncia recibida por el juez Moro y avalada por este, se acusó a la empresa OAS de haber pagado a otra compañía para resguardar bienes de Da Silva mientras estuvo en la presidencia.
Sin embargo a lo largo de juicio no se logró demostrar que sea el propietario y mucho menos se identificó cuál fue el acto o la omisión (delito de «corrupción pasiva») que habría dado origen al recibimiento del inmueble.
¿Cómo sigue el proceso?
Hasta el momento dos de los tres jueces del tribunal confirmaron la condena. Si el tercer magistrado vota de la misma manera el juicio se dará por terminado y Lula deberá ir a la cárcel.
En cambio, si falla de otra manera, el expresidente podrá apelar ante la Corte Suprema de Justicia.
Protestas en todo el país
A la manifestación que aguardó la sentencia en Porto Alegre se sumaron otras en distintos puntos del país como Fortaleza, Belem y Rio de Janeiro.
En esta última, organizaciones políticas y sociales ocuparon la sede del grupo mediático O’Globo, para denunciar la complicidad de esa empresa con el golpe de Estado contra Dilma Rousseff y el proceso judicial contra Lula.
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Fotos: Raul Amorim.
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— Brasil de Fato (@Brasil_de_Fato) January 24, 2018
Quienes se movilizaron en defensa del líder del PT sostienen que este juicio busca, en realidad, impedir que el dirigente se presente a las elecciones presidenciales de este año.