La construcción de casas para veraneo con contenedores adaptados tuvo una fuerte expansión en la costa uruguaya en los últimos años. Abonaron a esta tendencia su bajo costo, la agilidad con que se erigen y la conveniencia de no tener que viajar a supervisar obras, ya que se realizan en un taller y luego se instalan fácilmente en el terreno.
Mientras las empresas del rubro perciben un aumento en la demanda, en paralelo en algunos balnearios crece la instalación de contenedores sin un proyecto de diseño. Esto despertó alertas en las comisiones vecinales e incluso en la Intendencia de Maldonado, que ya trabaja en una reglamentación para «inhibir» estas construcciones
Al margen de esas irregularidades, el mercado formal ofrece opciones estándar y otras de alta gama, según el material con que se reviste el interior. En los modelos básicos suele utilizarse melamínica en paredes y fenólico en techos, mientras que los más costosos incorporan yeso o lambriz. La construcción es «modular», uniendo contenedores. Así, se pueden sumar metros cuadrados de a 15 m2 y 30 m2.
Lo más demandado son las viviendas de dos contenedores (de 60 m2, con dos dormitorios, cocina, living y baño), que por tanto pueden obtenerse a un precio base de US$ 30.000.
A ese monto hay que sumarle el valor del terreno. Por lo general, los que son utilizados para este fin son de 300 m2 o 400 m2, indicó el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Maldonado, Jorge Díaz.
A diferencia de las de construcción tradicional, estas no se pueden hipotecar, pero hay disponible financiamiento bancario con préstamos al consumo. «Hace unos cuatro años comenzamos a financiar y la demanda siempre fue en aumento», dijo Emilio Díaz, responsable de Desarrollo de productos de BBVA. Estos créditos «anualmente se incrementan en un 30% promedio», aseguró.
El banco presta hasta US$ 40.000, aunque «se analizan excepciones por mayores capitales». Y se puede financiar hasta el 100% de la vivienda, dependiendo de su valor, el patrimonio del cliente y la capacidad de pago.
Los requisitos que se exigen a los solicitantes son: ser mayor de 18 años, tener un año de antigüedad laboral (en caso de ser empleados dependientes) o tres en actividad (si son trabajadores) independientes. La exigencia de ingresos mensuales es que superen los $ 30.000 líquidos.
Al ser un préstamo al consumo, la tasa de interés es superior al de un crédito hipotecario. «Está en el entorno al 9% en Unidades Indexadas», informó Díaz. También existen empresas del mercado que ofrecen planes a tasa cero en plazos hasta 36 meses. El plazo máximo que ofrece BBVA es de cinco años, pero «el habitual es entre dos y tres».
«Estamos redactando una reglamentación para inhibirlos en zonas donde se entienda que la construcción con contenedores puede degradar el entorno, o sea, áreas balnearias que entendemos que tienen una cierta homogeneidad o calidad en el tipo de construcción, donde una edificación con contenedores pueda significar una depreciación de las residencias en esa área», dijo a El Empresario la directora de Urbanismo de la Intendencia de Maldonado, Soledad Laguarda. Agregó que «es probable» que la inhibición alcance a «la mayor parte de las áreas balnearias» y que «si se autoriza, sea con alguna condición muy especial, porque reconocemos que existen construcciones que se realizan bajo diseño con proyectos interesantes que podrían ser viables». «No alcanza con hacer una perforación para una ventana y una puerta, tiene que tener un proyecto, un diseño», dijo. Se exigirán también ciertas condiciones de aislación acústica y térmica.
Según Laguarda, en Punta Negra, Sauce de Portezuelo y Ocean Park esta construcción «se convirtió en un problema» y «las propias comisiones vecinales nos están pidiendo que lo regulemos y limitemos». Las viviendas ya deben tramitar permiso de construcción, conexión a la red pública de agua potable, al saneamiento, al alumbrado público y pago de contribución inmobiliaria.