Una asamblea extraordinaria de la Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole (AOEC) decidió rechazar una propuesta que buscaba una solución para la empresa Pili, y que, a su vez, tenía una contrapartida laboral en la principal cooperativa láctea del país.
A nivel oficial –con intervención del Ministerio de Trabajo y el Instituto Nacional de la Leche (Inale)– se había elaborado una propuesta para atender la situación productiva y financiera de la láctea de Paysandú. El plan implicaba que Conaprole remitiera 60 mil litros de leche diarios a Pili para realizar trabajo a façon y producir muzzarela. El primer envió debería realizarse este jueves.
A cambio, la cooperativa solicitó no cubrir entre 40 y 50 vacantes por jubilaciones que estaban previstas para 2018.
Por un lado, se solucionaba el problema de Pili que necesitaba esa cantidad de materia prima para seguir funcionando durante un año y así hacer frente a deudas bancarias de aproximadamente US$ 48 millones, donde el principal acreedor es el Banco República (BROU).
A su vez, Conaprole tenía la necesidad de no cubrir vacante para optimizar su funcionamiento y eso fue lo que solicitó como contrapartida.
La propuesta fue analizada por una asamblea de funcionarios de Conaprole este martes. El dirigente de la AOEC y además coordinador de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), Heber Figuerola, indicó a El Observador que se resolvió no aceptar el planteo de condicionar la remisión de leche a Pili con no cubrir las vacantes en la cooperativa. Informó que el sindicato pretende que Conaprole igualmente cumpla con la remisión de materia prima a Pili este jueves.
En paralelo, ese día habrá un nuevo ámbito de negociación en el Ministerio de Trabajo entre el sindicato y la cooperativa.
Si la remisión de leche no se concreta y además no se arriba a otra fórmula para destrabar la solución, los trabajadores de Conaprole comenzarán con medidas a partir de este viernes. Lo dispuesto por el sindicato fue realizar trabajo a reglamento, no efectuar horas extras, no cubrir vacantes y además aplicar un paro de una hora por turno.
Figuerola señaló que las medidas a tomar impactarán en la producción láctea de la cooperativa. Una de las que resaltó fue la de no realizar horas extras. En ese sentido, informó que en las plantas de Conaprole se efectúan unas 4.600 al mes. «Eso obviamente va a implicar un impacto importante en el funcionamiento, porque son horas necesarias para cumplir con la producción», sostuvo.
Mencionó también que luego de la asamblea hubo una reunión de la mesa coordinadora de la FTIL y allí se dispuso citar a un plenario extraordinario para este viernes a los efectos de discutir si lo resuelto para Conaprole se traslada al resto de las empresas de la industria láctea a partir del lunes 22.
Mientras tanto, la situación en Pili no mejora y hay 130 empleados que dependen de la negociación y de la llegada de materia prima para mantener la fuente de trabajo.
Una industria que no levanta cabeza
La industria láctea es una de las que más se resintió en los últimos años con problemas de competitividad y de precios internacionales. En 2015, se produjo el cierre de Ecolat y de Schreiber Foods y entre ambas se perdieron 600 puestos de trabajo.
El año pasado, la mala notica alcanzó a Lactalis que cerró su planta de Salto y mantuvo operativa la que tiene en Cardona. Ahora, además de Pili, los problemas también alcanzan a Coleme, Calcar y Claldy