Escape tranquilo

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El sábado por la tarde en el barrio de Maroñas un hombre le disparó a otro en su abdomen con una escopeta luego de una discusión, pero logró escapar a la Policía debido a la «demora burocrática» del sistema judicial, informó Subrayado y confirmó El Observador con el fiscal del caso, Gustavo Zubía.

«Las conexiones con el Poder Judicial están fallando, además de otras múltiples deficiencias que desde hace tiempo venimos denunciando», señaló Zubía respecto al funcionamiento del nuevo Código del Proceso Penal que rige desde noviembre, cuyas dificultes de implementación son responsables de lo sucedido, según aseguró.

Desde que opera el nuevo proceso penal, son los fiscales quienes instruyen a la Policía y dirigen las investigaciones, sustituyendo a los jueces en esa función. Eso implica mayores garantías procesales –según han defendido el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak y el fiscal de Corte, Jorge Díaz– porque, entre otras modificaciones, se quita el «excesivo» protagonismo de la figura del juez que había antes, equilibrándose los poderes con los fiscales. Sin embargo, esto también trae una disminución de la ejecutividad cuando se persiguen los delitos, ya que los fiscales no pueden por sí solos ordenar allanamientos –como si hacían los jueces–, sino que deben solicitarlo al magistrado de turno, y este aprobar la medida.

En ese trámite estaba Zubía luego de que la Policía le notificara que un presunto homicida en grado de tentativa se oponía a ser detenido desde su propia casa. Pero entre que se requiere la comparecencia del propio fiscal en la Oficina Penal Centralizada (OPEC) para firmar su solicitud de detención a un sospechoso, llenando un «largo formulario», y que «el sistema informático que conecta la Fiscalía con el Poder Judicial continúa fallando», explicó Zubía, todo ese proceso demoró cerca de dos horas.

Y ese tiempo, en que el fiscal tuvo que desplazarse desde su casa hasta la OPEC, y desde allí hasta la escena del hecho, fue suficiente como para que el presunto delincuente lograra escapar.

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«Demorar dos horas para detener a un individuo es un absurdo», dijo el fiscal. «Habría que reformular la Contitución de modo que el fiscal tenga capacidad por sí mismo para realizar detenciones, como sucede en otros países de la región, en donde le juez igualmente controla todo lo que resuelve el fiscal», agregó.

En lo que lleva de funcionamiento el nuevo CPP, es la segunda vez que Zubía denuncia que un delincuente queda libre por demoras de procedimiento. En la primera ocasión, a principios de diciembre, un rapiñero también se había refugiado en una residencia, pero la Policía no pudo resistir las agresiones que sufría en el barrio mientras aguardaba la resolución de la Justicia para detener al hombre. «Me decían que les estaban apedreando el móvil y que en cualquier momento comenzarían los disparos, y terminaron yéndose», contó el fiscal.

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