El distraído paga doble

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Este lunes al mediodía, al igual que todos los días de esta temporada y de muchas anteriores, un conductor distraído se había posicionado por error en el andarivel del telepeaje sin tener contratado ese servicio.

Volviendo del este en su automóvil, Jorge Perazzo, presidente de la Corporación Vial del Uruguay (CVU) –la compañía que gestiona los 15 puntos de peaje en el país– observaba con tranquilidad cómo una fila entera de coches debía dar marcha atrás para que el conductor pudiera salir y se metiera en uno de los peajes manuales.

Perazzo ya sabía que en pocos días se pondrá en práctica una solución para ese problema. «Ya tenemos instaladas las cámaras que reconocerán las matrículas de aquellos que se equivocan», dijo Perazzo a El Observador.

En esos casos, contó, las barreras serán levantadas, los coches fotografiados podrán pasar pero los conductores deberán pagar luego una multa equivalente al doble del precio del peaje, es decir, $ 180 para autos y camionetas particulares.

Esa medida fue adoptada por decreto del Poder Ejecutivo en noviembre de 2017 cuando se determinó la suba de las tarifas del peaje. En el último inciso del artículo 1° se define que «en todos los puestos de peajes, sin excepción alguna, a todos los vehículos que ingresaran por la vía exclusiva de cobro automático sin tener derecho a hacer uso de esta, se le cobrará por este hecho, el doble de la tarifa que corresponda a su categoría».

El telepeaje se contrata a través de una tarjeta de crédito a la que se carga el costo del servicio. Se coloca un adhesivo en el parabrisas que activa automaticamente el levantamiento de la barrera.

El nuevo régimen de multas, que será solo válido para los uruguayos, se activará «de seguro para esta temporada», precisó Perazzo, ya que la CVU, además de las cámaras, también tiene prontos otros detalles logísticos para implementar el mecanismo.

Por ahora se está a la espera de que el Ministerio de Transporte determine de qué forma se le cobrará la multa a los infractores.

La tarea estará en manos del Sistema Único de Cobro de Ingresos Vehiculares (Sucive). Ese dinero, por ende, irá para el Estado.

«Somos plenamente conscientes de que tal como está el tránsito hoy se enlentece mucho cuando la gente entra en donde no les corresponde», sostuvo el presidente de CVU.

Sin embargo, según constató El Observador, hay casos en los que los conductores no son quienes se equivocan, sino que es el propio servicio el que falla y no reconoce el código impreso en el parabrisas del usuario pero igual le carga el gasto en la tarjeta de crédito.

En esas situaciones no se aplicará la multa, dijo Perazzo. Esos conductores deben retroceder, pagar el peaje en la senda donde atiende un funcionario, para luego solicitar el reembolso en las oficinas de la empresa, presentando los tiques correspondientes.

El sistema informático de la CVU también le será de utilidad a la empresa cuando, ante casos de excepcional volumen de tránsito, las barreras se levantan durante algunos minutos para disolver el atolladero. «Ahí trataremos de negociar con el Sucive lo que nos corresponda», dijo Perazzo.

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