Este sábado, voluntarios del movimiento Limpieza de Costas levantaron 30 toneladas de basura de la playa de Capurro, la más contaminada por residuos en el país.
La organización ha pedido varias veces a la Intendencia de Montevideo que limpie esa playa, aunque desde la IM se les explicó que la zona se ha convertido en un lugar de disposición natural, ya que las corrientes arrastran hasta allí los desperdicios.
Este sábado, un hecho llamó la atención a los voluntarios y participantes del evento, entre los que se encontraba el director de Sea Shepherd Brasil, con amplia experiencia en limpieza de playas. Se encontraron cerca de 3.000 bolsas de productos lácteos. Si bien al principio los voluntarios reportaron que la gran mayoría estaban sin abrir, un examen más detenido permitió comprobar que todas tenían pequeños orificios en una de sus puntas. El otro hecho curioso fue el hallazgo de unos ochenta metros cuadrados de plástico pronto para reciclar.
El movimiento anunció que presentaría una denuncia para establecer cómo fue a dar en ese lugar ese material. Por ejemplo, si se trató de un vertido empresarial.
La Dirección Nacional de Medio Ambiente, sin embargo, decidió iniciar una investigación de oficio y analiza ya los residuos encontrados en la playa. En principio, se descartó que se tratara de bolsas sin usar, ya que no contenían el producto original sino agua y arena producto del arrastre.
Según informó el director de la DINAMA, Alejandro Nario, a Montevideo Portal, por el tipo de material la principal teoría hasta el momento es que las bolsas fueran parte de un depósito irregular ubicado en una zona inundable, arrastradas hasta allí por las crecidas y corrientes. Es decir, un lugar que recibe material de clasificadores y los mantiene en forma incorrecta, sin respetar las disposiciones (muchas veces al aire libre y sin utilizar galpones o instalaciones adecuadas para contener los desperdicios).
«Un análisis primario indica que vino de los arroyos y que no fue arrojado allí. Por la dinámica que se da a esa altura de la bahía no es razonable que venga del mar, sino del Miguelete o el Pantanoso», contó
Nario señaló que con las precipitaciones copiosas de los últimos días, es probable que se haya dado un arrastre. El jerarca agregó que hubo algún proceso de industrialización mínima de esos desechos (se comprimió para vender), que refuerza la teoría de que no se puso ahí sino que fue arrastrado.
La DINAMA pretende atacar ahora el fondo del problema, que es la presencia de esos acopios a orillas de los arroyos. «Ya desde el año pasado veníamos trabajando para hacer un seguimiento de estas actividades irregulares, pero es parte de lo que la nueva ley de residuos ataca, porque va a mejorar el sistema y el control, va a sacar margen a estas actividades», dijo. La ley de bolsas, si es aprobada en el Parlamento, ayudará también a que haya menos material plástico circulando, señaló.
La DINAMA, además, ya coordinó con la Intendencia para que se retiren de la playa esos residuos, ya que pese al trabajo de los voluntarios no se pudo quitar todo lo que se encontró.
«La Intendencia está más abocada a un trabajo integral en los arroyos. Realmente la cantidad de basura que viene por los cursos hace que sea difícil el proceso de limpieza porque es permanente», dijo, por lo que se busca atacar el origen del problema.
La playa de Capurro «está justo en la desembocadura de los arroyos y la dinámica del flujo hidráulico tira todo hacia ahí… Si no se ataca la fuente es difícil, pero igual lo trabajamos con la IM para ver cómo abordar la problemática», contó.
Mediante un análisis de la zona, se investiga ahora el posible origen para establecer responsabilidades, algo que, admite Nario, es muy complicado.