La aspirina, no tan buena

El protocolo para el uso de aspirina en la prevención del cáncer podría verse afectado por los resultados de una investigación llevada a cabo por científicos norteamericanos.

Un grupo de investigadores estadounidenses han encontrado una propiedad peligrosa de la aspirina, conocida por sus propiedades para reducir el riesgo de cáncer de colon. El estudio, publicado en la revista ‘The Journal of the Royal Society Interface’, señala que el uso diario del medicamento también podría dificultar el tratamiento de la enfermedad si se presenta.

Tomar aspirina regularmente «ha demostrado que reduce la incidencia de una variedad de cánceres», incluido el de colon, subrayan los autores de la investigación que, no obstante, agregan que la droga también puede hacer que el cáncer «sea más difícil de manejar terapéuticamente».

Según ponen de manifiesto los experimentos llevados a cabo por los autores del estudio, la aspirina aumentó la capacidad del cáncer para producir células agresivas y mutantes que son resistentes a los fármacos. De ahí que los resultados puedan desafiar el protocolo para el uso de aspirina en la prevención del cáncer.

Resulta que ahora no se puede asegurar que la aspirina retrase el inicio del cáncer colon por una cantidad de tiempo suficiente para evitar los efectos negativos. Además, los investigadores aconsejan que las personas que toman el fármaco, especialmente en la edad madura, se hagan exámenes regulares de detección de cáncer.

Según declaró a AFP Peter Rothwell, profesor del Centro de Prevención de Accidentes Cerebrovasculares y Demencia de la Universidad de Oxford, el público en general aún no ha reconocido los beneficios potenciales de la aspirina para la prevención del cáncer. «Se necesita tiempo y más estudios de replicación para convencer a la gente de que los beneficios son reales», aseguró.

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