Con la meta de consolidar el descenso de embarazos no intencionales de adolescentes registrados en 2015 y 2016, el Gobierno desplegó acciones preventivas, con más información, educación y seguimiento. La ministra interina de Salud Pública, Cristina Lustemberg, instó a los jóvenes a hacer uso de sus derechos y a acceder a servicios de consejería en salud sexual y reproductiva de los prestadores.
Las tasas de fecundidad se redujeron en las últimas décadas en Uruguay, pero las vinculadas con embarazo no intencional en adolescentes se encontraban estables en 17 % del total de nacimientos. Sin embargo, en los últimos dos años se modificó esa tendencia y el indicador pasó al 15 % de los 48.000 alumbramientos en 2015 y al 14 % en 2016.
Lustemberg aseguró que el embarazo no intencional en adolescentes, de entre 10 y 19 años, es una expresión de desigualdad y de segmentación social. “Para el Ministerio de Salud Pública (MSP) es uno de los 15 problemas identificados en el marco de los Objetivos Sanitarios hacia 2020. En setiembre de 2016, el gobierno de Tabaré Vázquez lo tomó como una prioridad política nacional y definió una estrategia intersectorial de prevención”, informó. En este sentido, destacó el trabajo en una estrategia regional, dado que varios países atraviesan una situación similar.
Según detalló, con visión integral y concepción de derechos, se concretaron acciones específicas que involucran a instituciones, como la creación de espacios de consejería en los prestadores de salud para ofrecer asesormiento. Allí también se ofrecen métodos anticonceptivos, como los implantes subdérmicos. También mencionó que se fortalecieron los espacios adolescentes en instituciones de salud, incluyendo a los varones a fin de no abordar el tema como si fuera solo inherente a las mujeres.
Alineado a esta estrategia, en el ámbito educativo mencionó el trabajo en salud sexual y en el ejercicio elegido y cuidado de la sexualidad como una práctica placentera y orientada hacia el cuidado del cuerpo y la autonomía. También recordó el desarrollo de programas de cercanía para detectar la desvinculación del sistema de enseñanza y promover el regreso de los estudiantes en cuestión, “ya que esto tiene mucho que ver con la construcción del proyecto de vida”, explicó a la Secretaría de Comunicación Institucional.
Una serie de investigaciones demuestra que las adolescentes con menos de nueve años de trayectoria educativa fueron mamás en más del 57 % de los casos, mientras que entre las que tienen 13 años o más de enseñanza formal solo el 5 % fueron madres adolescentes. Asimismo, tres de cada cuatro adolescentes que fueron madres en 2014 el año anterior ya se habían desvinculado del sistema.
Desde 2015, en conjunto con el Instituto Nacional de la Juventud (INJU), el ministerio trabaja en la estrategia Desempolvando tus Derechos en Salud, por la cual, en formato de taller, más de 250 adolescentes plantean cómo ven su vínculo con el sistema de salud.
“De ese rico intercambio surgieron planteos que nos permitieron construir políticas públicas”, dijo. También recordó la habilitación de la aplicación denominada El gurú del sexo, que se puede instalar en teléfonos celulares, con información sobre centros de salud, uso de métodos anticonceptivos y salud mental, plataforma que se construyó junto con los jóvenes.
Lectura de los datos
Lustemberg explicó que en muchos casos el embarazo no intencional en adolescentes se vincula conrelaciones desiguales de poder y violencia. En el caso puntual de las niñas de entre 10 y 14 años (123 casos en 2016), se lo define como “maternidad infantil forzada”, ya que se entiende que hubo abuso o explotación sexual. “Ese indicador viene disminuyendo, pero debería ser cero”, indicó, al señalar la fragilidad socioemocional que atraviesan en esa etapa de la vida y las consecuencias que puede generar en su salud y en la de sus hijos.
Agregó que los cruces de datos y análisis que se realizan cuentan con sustento académico de las facultades de Ciencias Sociales y de Psicología, que desde hace años investigan en torno a las desigualdades sociales y territoriales. En lo que respecta a la salud, el 27 % de los nacimientos que se producen en dependencias de la Administración de los Servicios de Salud del Estado son de mamás de entre 10 y 19 años, en el sector mutual es el 10 %, y en los seguros privados, el 0,1 %.
A nivel socioeconómico, se deduce que una de cada cinco adolescentes fueron madres en hogares en los que hay dos o más necesidades básicas insatisfechas. En tanto que el 71 % de ellas habría preferido posponer el embarazo para otra etapa de la vida.
MSP