Nuevo cable submarino de fibra óptica nos conecta con el mundo

Este viernes, Uruguay se convirtió en nodo de esa red mundial con la inauguración de su primer cable submarino, que tocó suelo oriental para quedar enterrado en la parada 8 de la Playa Brava en Punta del Este.

El proyecto que trajo esa fibra óptica a la costa uruguaya tiene a ANTEL como socio de Google, según un acuerdo firmado en 2014 entre ambas empresas.

Los océanos alojan miles de kilómetros de estos hilos de fibra óptica, que –como antes lo hacían los cables del telégrafo– alimentan el 99% de las conexiones a internet. Cuando uno navega en la red, efectivamente lo está haciendo a través de kilómetros y kilómetros de cables bajo el agua.

 

Por dentro corren seis pares de fibras, cada una del grosor de un pelo humano. Los cubre una capa de acero, y por encima de ella una de cobre, y por arriba de ella una de plástico y otra de acero galvanizado y nylon.

El cable que se inauguró este viernes lleva el nombre de Tannat y conecta al país con la ciudad de Santos en Brasil, en un recorrido de 2.000 kilómetros. Sin embargo, esa capacidad de conexión se complementa con otro cable (Monet) que parte desde Santos y recorre más de 10 mil kilómetros hasta la localidad de Boca Ratón en Florida (Estados Unidos), pasando por Fortaleza.

ANTEL invirtió US$ 73,8 millones en la obra y es propietaria de un par de fibras en el Monet (su capacidad es de 60 terabits por segundo) y de dos pares en el cable Tannat (que tiene una capacidad de 90 Tbps). Eso le deja a la empresa estatal una capacidad de trasmisión de 40 terabits por segundo, superando con creces la demanda interna de Uruguay y permitiendo a ANTEL salir a vender banda ancha en mercados extranjeros.

Cuestión de independencia

El acto protocolar contó con la presencia de la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, impulsora del proyecto durante su tiempo como presidenta de ANTEL. Cosse dijo que «este es un proyecto que representa mucho más que tener más banda ancha y más barata». Según la ministra, implica «alcanzar soberanía».

«Es como si estuviéramos construyendo la carretera para poder entregar los productos que se van a vender ahora y en el futuro», dijo.

Andrés Tolosa, actual presidente de ANTEL, también resaltó la independencia que conquista el país en materia de telecomunicaciones y dijo que se trata de «un hito histórico», que se complementa con el plan Fibra Óptica al Hogar y el data center de Pando.

Cuando comenzó el proyecto, recordó Tolosa, «nuestro tráfico internacional era del orden de 50 gigabytes por segundo». En ese momento, las previsiones de ANTEL pronosticaban un crecimiento anual del 50%. «Hoy el tráfico internacional de la red son 500 gigabytes. Nos quedamos cortos», señaló.

US$ 73,8 millones fue lo que invirtió ANTEL en el proyecto. Según explicó su presidente, la empresa lo pagó con fondos propios y sin tener que endeudarse.

Impacto en la tarifa

«Es muy posible que cuando termine el evento los periodistas pregunten: ‘esto va hacer que bajen las tarifas?'», comentó Cosse durante su presentación. En rueda de prensa, minutos más tarde, los periodistas siguieron su presagio y le consultaron sobre un posible impacto en la factura de ANTEL. «En la factura va a repercutir positivamente. Va a repercutir en la facturación y en el resultado de ANTEL y también va a repercutir favorablemente en lo que paga la gente, en un tiempo razonable», dijo la ministra.

Tolosa, por su parte, recordó que durante los últimos diez años las tarifas de ANTEL han bajado entre 50% y 60% en términos reales (por debajo de la inflación). «Seguramente en el futuro va a pasar lo mismo. Esa relación en términos relativos con respecto al IPC (Índice de Precios al Consumo) se va trasladar a nuestros productos», indicó.

Cosse, sin embargo, opinó que no hay que detenerse en los efectos que tendrá la nueva infraestructura sobre los precios. «Es como si hace un par de siglos, mirando una locomotora a vapor, alguien solo se hubiera preguntado si eso le permitiría llegar más rápido. Cuántas cosas más pasaron por la revolución industrial», dijo la jerarca, y agregó que «esta obra es la locomotora del siglo XXI».

40 terabits por segundo es la capacidad de transmisión que tendrá ANTEL con el nuevo cable, con lo que supera la demanda nacional y puede salir a vender al exterior.

En línea / Jayne Stowell, Ejecutiva de Google

¿Cómo fue el acercamiento entre Google con ANTEL?

Nos hicimos socios con ANTEL en la construcción del cable Monet que conecta a Estados Unidos con Brasil. Ahí nos dimos cuenta que era una empresa muy buena para trabajar juntos. Cuando se acercaron con la posibilidad de construir un nuevo cable hasta Uruguay, sabíamos que se trataba de un buen socio.

¿Cuál es el interés de Google en un mercado como el uruguayo?

Tenemos importantes negocios en todos los países de Sudamérica y están creciendo rápidamente. Además, tenemos instalado nuestro data center en Santiago, Chile. Así que llegar a Uruguay nos permite acceder a esa instalación cruzando Los Andes.

¿Cómo ve la situación de Uruguay en materia de conectividad?

Ahora con este nuevo cable Uruguay va a convertirse en uno de los países mejor conectados del mundo.

¿Google tiene en sus planes establecer oficinas en Uruguay?

No puedo hablar por Google. Pero sí puedo decir que típicamente, cuando un cable submarino llega a un país, le siguen muchas compañías con grandes oficinas o fábricas manufactureras. Típicamente, el PBI del país aumenta 2% o 3% en los años siguientes a la llegada del cable submarino.

12.000 kilómetros es el recorrido total de la obra, que consta de dos cables. Uno va de Maldonado a Santos (Brasil) y el otro conecta esa ciudad con Florida (EEUU).

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