Las drogas de obediencia son furor en Europa

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Este miércoles, la Policía italiana se ha incautado de un cargamento de 37 millones de pastillas de la droga sintética tramadol valorado en 75 millones de dólares –estaba escondido en tres contenedores que declaraban estar transportando champú y tejidos– en el puerto de Génova, informa ‘The Times’.

Estaba previsto que las sustancias fueran enviadas a los terroristas del Estado Islámico en Libia para proporcionarles una mayor resistencia al estrés físico. «El Estado Islámico está haciendo una fortuna con su tráfico al dársela [la droga] a los combatientes para que no sientan dolor», ha declarado un investigador italiano.

Por otra parte, esta misma semana la Policía neerlandesa ha descubierto en la localidad de Brunssum (provincia de Limburgo) el primer laboratorio clandestino de producción de la droga yihadista más conocida, el captagón, en el país, informa el portal DutchNews. La utilización de este estupefaciente ha proliferado entre los combatientes yihadistas de Siria. Entre sus muchos efectos, los mantiene alerta durante horas, les quita el hambre y les proporciona energía.

Concretamente, en la instalación se han hallado las materias primas necesarias para la fabricación de la misma y la maquinaria necesaria para fabricar las pastillas. En el marco de la operación policial las dos personas propietarias de la vivienda (un hombre de 40 años y a una mujer de 39) han sido detenidas. Otras dos se encuentran en búsqueda.

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