10 años de «donaciones» de ALUR

Los peludos, como se conoce popularmente a los cortadores de caña de azúcar de la zona de Bella Unión (departamento de Artigas), se caracterizan por su rudeza, por ser personas difíciles para negociar, reclamantes firmes de sus derechos y por haber tenido bajos sueldos para una tarea de condiciones laborales difíciles.
Históricamente el Frente Amplio los apoyó. De hecho, el resto de los uruguayos prácticamente tomó conocimiento cabal de ellos cuando, organizados por el histórico dirigente tupamaro Raúl Sendic (padre del actual vicepresidente de la República, Raúl Sendic), marcharon a Montevideo a fines de los años de 1960, a reclamar mejoras que los sacaran de la pobreza.
Fue entonces cuando a través de la novel UTAA (la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas) pidieron tierras para trabajar. Esa consigna se mantiene hasta hoy y cada tanto resurgen las protestas con ocupaciones de predios en el interior profundo.
1.585 trabajadores de ALUR cobraron durante 10 años (desde 2007) una partida extra de $ 7.500 por una vez al año que se pagaba en negro y se depositaba en una red de cobranzas.
La izquierda los ayudó en aquellos años y bastante más cuando llegó al gobierno nacional, con la reactivación de la producción de caña de azúcar con la implantación de la producción de bioetanol en el icónico exingenio de Calnu en Bella Unión, acompañada de acciones para subir los salarios de los trabajadores. Fue así que en el año 2007 –primer gobierno de Tabaré Vázquez, cuando ANCAP era presidida por Daniel Martínez, y Raúl Sendic presidía Alcoholes del Uruguay (ALUR)– mejoró los sueldos con un aumento del 50% a los trabajadores de la planta industrial. Los peludos tuvieron que negociar y el incremento salarial del 20% que obtuvieron les resultó insuficiente. Se pusieron firmes y anunciaron que «no arrancaba la zafra», lo que inició un conflicto que golpearía directamente en el corazón del Frente Amplio.
Para destrabar la situación, autoridades de ALUR y de ANCAP de la época se trasladaron a Bella Unión y acordaron pagar «directamente» a los cañeros una partida extra, confirmó a El Observador Alexis Moreira, dirigente del sindicato UTAA. Ese pago, que se realizó evadiendo los aportes al Banco de Previsión Social (BPS), fue también confirmado por empresarios del sector y ayer, luego de publicada la noticia por El Observador, por ALUR a través de un comunicado.

En negro

El problema fue que ese pago extra, que desde hace 10 años reciben los cortadores de caña de azúcar –y actualmente es de $ 11,2 millones anuales (unos US$ 400 mil al valor actual del dólar)– no aparece debidamente identificado en los balances de ALUR, ni tampoco se hicieron aportes al BPS, dijeron las fuentes a El Observador. Agregaron que la empresa enviaba el dinero a través de la red de cobranzas Redpagos.
«El pago plus lo hace directamente ALUR a los trabajadores», precisó el dirigente de la UTAA Moreira a El Observador, quien reconoce que ese dinero evitó el conflicto. También confirmó que la partida llegaba a una agencia de pagos desde donde ellos hacían los retiros.
ALUR expresó en el comunicado que resolvió «formalizar la situación previsional de los trabajadores nucleados en UTAA (…) en el marco de la revisión permanente de los procesos que realiza» la empresa.
Otro elemento irregular es que ALUR paga ese dinero a trabajadores que no dependen de la empresa, ya que son contratados por los plantadores de caña.
La partida la recibían 1.585 cortadores de caña de azúcar y un conjunto de otros 1.000 trabajadores, entre los que están los llamados rejuntadores de caña, maquinistas, tractoristas y graperos, estos últimos los que cargan la caña en los camiones.
El Directorio de ANCAP está en conocimiento del tema desde hace un par de meses, y en la sesión del lunes pasado, el presidente de ALUR y vicepresidente de ANCAP, Juan Carlos Herrera, se refirió a ese punto. Herrera dijo a El Observador que había solicitado a los abogados de ALUR que analizaran los detalles vinculados a esa partida, «y si hay algo mal deberá regularizarse», opinó. Regularizar implica que esos recursos se transparenten en los libros de la empresa y además hacer los aportes correspondientes al BPS desde el primer día, es decir pagar con la retroactividad de una década y asumir las eventuales multas por la evasión. «Este gobierno trabaja en la formalización de todos los sectores y todos los trabajadores del país», dijo Herrera a El Observador al ser consultado. «Si corresponde pagar los aportes, se asumirá», agregó Herrera.
En tanto, el director de ALUR y de ANCAP Diego Labat (Partido Nacional) dijo a El Observador que esa partida «debe regularizarse» y que «es innegociable» seguir manteniendo esa erogación como se hizo en el pasado.
ALUR expresó en el comunicado que resolvió «formalizar la situación previsional de los trabajadores nucleados en UTAA, vinculados al corte de caña de azúcar en Bella Unión» (…) «en el marco de la revisión permanente de los procesos que realiza» la empresa.
$ 10 millones al año representa esa partida extra que se paga a los cañeros y ahora deberá regularizarse ante el Banco de Previsión Social.
La empresa aseguró que la partida se pagó para incentivar la productividad. ALUR «tomó la decisión de pagar dicha partida a los cortadores contratados por la Asociación de Plantadores de Caña de Azúcar del Norte Uruguayo (Apcanu) con el fin de fortalecer e incentivar la productividad en un sector vulnerable del país cuyo ingreso anualizado promedio mensual es de $ 10.000». El comunicado agrega que el pago se realiza una sola vez al año y abarca a 1.500 trabajadores zafrales de Bella Unión, lo que representa unos $ 7.500 en promedio anual por trabajador.
Plantadores de caña de azúcar dijeron a El Observador que las autoridades de ALUR quieren que «el pago plus» se mantenga a los trabajadores pero que quede regularizado en un convenio para esta zafra. Una de las soluciones planteadas fue mantener esa partida a los cortadores, incluyéndola dentro del convenio colectivo que se negocia actualmente con los empresarios nucleados en la Asociación de Plantadores.

Negociación

El Ministerio de Trabajo intervino –lo hizo directamente el director nacional de Trabajo Juan Castillo– y organizó para ayer una reunión en Montevideo donde estuvieron representantes del gremio UTAA, de los productores y de la empresa ALUR.
«Si hay algo mal deberá regularizarse. El directorio de ALUR presentará el caso ante el Banco de Previsión Social», dijo el presidente de la empresa, Juan Carlos Herrera.
En la Asociación de Plantadores se informó a El Observador que «no aceptarán» incluir ese pago extra en el convenio laboral firmado con UTAA. Lo que buscan los productores es que el gobierno «homologue el convenio original» (firmado recientemente en Bella Unión), con las pautas salariales acordadas, pero sin el pago extra que ALUR les paga a los cañeros y que propuso incluir en ese acuerdo.
El ministerio, que seguía negociando, rechazó homologar el acuerdo si no se incluía la partida extra, dijeron a El Observador participantes de ese encuentro
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