«Los pasajeros pueden sentarse tranquilos sin temor a ser agredidos» IMM gana 6 millones por mes con nuevas regulaciones

Aunque aún no rige en su totalidad, la aprobación del decreto que regula a las aplicaciones del transporte ya comenzó a dar resultados y entre las tres empresas registradas, Uber, Easy y Cabify, la Intendencia de Montevideo (IMM) recauda por mes unos $ 6 millones (US$ 170.800 a valores actuales).

«Efectivamente, las arcas municipales ya están recibiendo el canon con retroactividad al mes de febrero», explicó a El Observador el director de Movilidad de la intendencia, Pablo Inthamoussu, «y en números globales se está recaudando entre $ 5,5 millones y $ 6 millones mensuales», dijo.

El cobro de ese canon –de 0,45 unidades indexadas ($ 1,62 a la fecha) por kilómetro recorrido dentro de la ciudad, que de momento se calcula según las declaraciones juradas de las empresas– fue la primera exigencia que la comuna puso en marcha como forma de empezar a «equilibrar» el mercado.

Consultado por El Observador sobre el impacto de la normativa desde que fue promulgada el 22 de diciembre pasado, Inthamoussu afirmó que se cumplió uno de los principales objetivos: lograr la igualdad de competencia, lo que se ha visto reflejado en las tarifas.

Los precios fuera de la regulación, aseguró el jerarca, eran «absolutamente irreales». La legislación buscaba entonces que las distintas modalidades, taxis y particulares, pudieran seguir existiendo, y la salida fue aumentar los costos a través de un canon, sumado a la exigencia de contar con un seguro y pagar impuestos y cargas sociales.

Easy decidió cargar el costo del canon directamente en el precio final, por lo que se aumentó unos $ 2 el viaje, dijo el gerente para Uruguay de la empresa, Felipe Arias.

En tanto, Cabify, que fue la última en llegar al mercado, ya había contemplado en su tarifa los costos extra y si bien por el momento definió asumir el canon, tampoco descarta pasarlo a la tarifa en el futuro, explicó el gerente general, Manuel Gros.

Inthamoussu destacó además que se está en camino de lograr la igualdad en las condiciones de los vehículos, que según la normativa deberán tener una antigüedad máxima de seis años y ser de tipo sedán o rural. Para ello se otorgó un plazo de cinco meses, hasta el 31 de agosto. Consultados por El Observador, directivos de Cabify y de Easy aseguraron que la regulación fue positiva. Uber prefirió no hacer declaraciones.

«Ya podemos trabajar con otra tranquilidad. Los conductores se sienten mucho más seguros y se sienten con los mismos derechos que cualquier trabajador», afirmó el gerente general de Cabify.

Con eso coincidió el director de Movilidad de la Intendencia.

«El efecto más positivo es que, producto de la aplicación de esta regulación empezamos a hablar en términos civilizados y normales», dijo Inthamoussu.

Explicó, además, que «se cortó con la tensión que había en la propia vía pública con el servicio, y con las fiscalizaciones». Y los pasajeros volvieron a poder sentarse en el asiento de atrás de los vehículos sin temor a ser agredidos por algunos taxistas violentos.

 

Regulación y controles

Además de calmar las aguas y de lograr un equilibrio en la competencia, el director de Movilidad de la IMM aseguró que la regulación permitió la realización de denuncias por incumplimiento de la norma y posibilitó poder procesarlas por vía jurídica.

En ese sentido, la comuna realizó una intimación a la empresa Easy por permitir que se paguen los viajes con dinero en efectivo, algo que está expresamente prohibido por el decreto. Si bien aún no hay una sanción específica para ese incumplimiento, la comuna está realizando consultas jurídicas para ver los pasos a seguir.

Tenemos la posibilidad, al haber ya intimado y si se continua con el incumplimiento, de llegar a la suspensión de esa empresa del registro de plataformas», aseguró el jerarca.

Al respecto, el gerente de Easy dijo que están «haciendo los esfuerzos para poder comenzar a migrar el modelo en efectivo a pago electrónico» y lograr acuerdos con tarjetas para pago con débito y crédito nacional.

Inthamoussu afirmó que si bien la fiscalización nunca se dejó de hacer, una vez que se cuente con un registro de conductores y de permisarios empezará un control «masivo». A pesar de que aún no hay fecha definida para ello, las autoridades trabajan dentro del cronograma previsto, que estipulaba tener la reglamentación terminada en un plazo de cuatro a seis meses, dijo.

 

Baja de conductores

Para los conductores, la reglamentación llevó más complicaciones que beneficios. Estiman que luego del 30 de abril, cuando venza el plazo para registrarse como unipersonales en la Dirección General Impositiva, un 40% deberá darse de baja.
«Hoy los márgenes me dicen que voy a ganar un sueldo un poquito más arriba del salario mínimo y que voy a destrozar el auto», graficó el vocero de la Asociación de Conductores de Aplicaciones del Uruguay, Esteban Quiemada.

Las empresas lo reconocen, pero esperan que haya nuevos interesados. «Obviamente hay conductores que antes trabajaban pocas horas que ahora no les va a ser tan rentable, pero va a ser el propio mercado el que se va a encargar de regular eso», afirmó Gros, de Cabify.

En tanto, los taxistas aseguran que la regulación no produjo cambios y reclamaron a la Intendencia que controle a sus competidores, dijo el presidente de la gremial, Francisco Salanova. En caso contrario, analizarán nuevas medidas.

 

La regulación y la seguridad en los viajes

Cuando las aplicaciones del transporte irrumpieron en las calles, la competencia en ilegalidad encendió la ira de los taxistas, que salieron a la caza de los vehículos particulares.

Eso generaba una situación de inseguridad para los pasajeros, que podían verse envueltos en una emboscada y, a pedido de los conductores, viajaban en el asiento del acompañante.

A partir de la regulación de la actividad, los pasajeros fueron pasando poco a poco al asiento de atrás.

Las tensiones bajaron, y ahora viajan tranquilos. Ese es uno de los cambios que destacan tanto las empresas, como los choferes y la IMM.

Antes se trabajaba con mucho temor. Pero la persona sabe ahora que el conductor está habilitado y que no habrá más careos con los inspectores, dijeron voceros de las empresas.

Así, la demanda de viajes va en aumento, y en algunos casos los porcentajes de crecimiento son de tres cifras.

 

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