Con una deuda de casi 29 millones de dólares con el Banco de la República, en su mayoría en mora, Citrícola Salteña S.A. está en dificultades financieras.
La consultora KPMG, en su auditoría sobre la situación financiera de la firma –en un 100% de la familia Caputto– anunció que “la continuidad de Citrícola Salteña S.A. como empresa en marcha depende de su capacidad para obtener suficiente flujo de caja para cumplir sus obligaciones en tiempo, para cumplir con el plazo de sus acuerdos financieros, para obtener financiamiento adicional o refinanciar cuando sea necesario y para lograr que la empresa sea rentable”.
Además, el informe de la consultora al que accedió el colega El Telégrafo, establece en su dictamen que “la empresa ha incurrido en pérdidas netas por $ 417.592.288 (casi 14 millones de dólares) en el ejercicio anual terminado el 31 de diciembre de 2016 y que, a esa fecha, presenta capital de trabajo negativo por $ 1.510.574.409” (unos 50 millones de dólares), y argumentan que “estas situaciones originan una duda sustancial sobre su capacidad de continuar como negocio en marcha”.
Asimismo, esta situación pone en el tapete la emisión de obligaciones negociables que había lanzado en la Bolsa de Valores en 2016 a diez años de plazo con la colocación de 11 millones de dólares.
La noticia no sorprende ya que el año pasado en fechas similares también hubo reducción de personal según el portal Quorumdigital
«Una veintena de trabajadores de Nolir S.A, fueron despedidos de la empresa local que procesa y envasa jugos cítricos y frutales. Según versiones de círculos allegadas a la empresa, los despidos se realizan en el marco de un reordenamiento interno y por la incorporación de moderna maquinaria con varios procesos automáticos, por lo que se opera con menor mano de obra.»