De acuerdo al fallo de la jueza Íris Vega, los niños expresaron en el juzgado su voluntad de permanecer con los abuelos paternos y no con la abuela materna, la madre de Valeria Sosa.
Pese a la opinión contraria de la defensa, la magistrada se entrevistó con los niños y establece en el fallo que priorizó “el derecho” de ellos “a ser oídos”.
EL HIJO MAYOR. “De todas las casas donde me he quedado, la que me gusta más es donde estoy ahora, porque es donde me crié y crecí. A mi otro abuelo no llegué a conocerlo”, dijo el varón de 10 años.
“Me llevo mejor con mi T. y la abuelilla… Ellos me tratan mejor, son mas buenos conmigo… Creo que es completa equivocación que yo me quede con la abuela Iaia y visite mis abuelos T. y bruja. Puede ser que mi abuela haya cambiado, que esté mejor, pero prefiero quedarme con mis abuelos”, agrega el pequeño.
“Ya sé que no voy a volver a vivir a la casa de la Iaia, no me molesta esta casa, no cuenta como mudanza porque es una casa que yo ya viví, ya la conozco. Por lo único que viviría con mi abuela Iaia es porque tengo cerca a mi otro amigo, J”. dijo.
LA NIÑA. La niña más pequeña, de 7 años, se expresó en el mismo sentido: “La casa donde me gustaría vivir es en lo de mis abuelos, con los que estoy ahora, porque me prestan mas atención, mi abuela Iaia no es tanto de jugar conmigo, ni me presta atención, ella casi siempre está mirando tele o durmiendo. Ella trabaja y está mucho tiempo con el celular”.
“También quiero vivir con mis abuelos porque la abuela Iaia me dijo inútil y palabrotas. Pero no las puedo decir, la abuela Iaia me dijo que no debía decirlas, pero la abuela Iaia las dice. Nos dijo estúpidos y otras cosas, pero mi madre no le decía nada”, agrega la niña.
“Si me llevan mi Xbox y todas mis cosas a la casa de la abuela Iaia, igual no me interesa. No me interesan las cosas. Yo quiero vivir con mis abuelos porque con ellos estoy bien”, aseguró.
CONSEJO. La jueza Vega establece se fallo que los abuelos paternos y maternos deben dar el ejemplo y ayudar a los niños.
“Todos los abuelos y tíos deben dar ejemplo de vida cotidiano de lo que es actitud de respeto, sentimientos de amor, tolerancia, comprensión, paciencia, cooperación, solidaridad, dignidad, delicadeza y empatía. Esta decisión no solucionará conflictos de larga data si no se pone coto a concepciones perimidas de patriarcado, dominación, sometimiento, y se erradican para siempre en la vida de los abuelos paternos y de estos niños así como los preconceptos de la abuela y tía materna contra los abuelos paternos”, dice la magistrada.
“De igual forma no enderezará la vida de estas víctimas frágiles, que son niños, si la familia materna no encamina su vida con el apoyo terapéutico a superar la pérdida y a brindar por el resto de su vida el mejor apoyo y sentimiento a esos niños que no pidieron la violencia en ninguna de sus formas”, agrega.
OBLIGACIONES. El fallo establece que los niños de 7 y 10 años permanezcan con los abuelos paternos “con la obligación de continuar puntualmente el tratamiento terapéutico de los niños en el Hospital Policial cumpliendo con las indicaciones que les formulen los técnicos hasta su alta, acreditandolo por escrito en plazo de 30 días”.
También se les “impone a los abuelos paternos la obligación de respetar el trato de los niños con la familia materna y a no obstaculizar en forma alguna las visitas, las que se realizarán fuera del domicilio de los niños, todos los fines de semana, pudiendo pernoctar en el domicilio de la abuela materna sin injerencia alguna, bajo apercibimiento legal”.
Además, la magistrada establece en su resolución que “ambas familias deberán asumir actitud de respeto recíproco”, y ordena que la tablet que tenía uno de los niños sea enviada a Policía Científica “para eliminar todo material de contenido sexual y juegos que estén previstos para edades superiores a 10 años, bloqueándose el ingreso a dichas redes”.
Una vez realizado esto la tablet debe ser reintegrada a los abuelos paternos, a quienes la jueza intima a “controlar el uso” del dispositivo, así como los sitios y redes sociales a los que acceden los niños.
Esto responde a un informe elevado a la jueza en el que se advertía que el padre de los niños, luego de matar a Valeria Sosa, le regaló a uno de ellos una tablet en la que se constató que había imágenes con contenido sexual y juegos violentos.
También el padre homicida le regaló un teléfono a otro de sus hijos, por lo que la jueza resolvió prohibir “el uso exclusivo de teléfonos celular”.
Los abuelos paternos deberán controlar los contactos de los niños con su padre “estandose a las indicaciones de los profesionales tratantes de los niños en cuanto al momento y forma de contacto”.
La magistrada les impone tanto a los abuelos paternos como maternos “la realizacion de terapia psicológica y/o psiquiátrica hasta su alta”, así como un “tratamiento terapéutico de acompañamiento del duelo de los nietos debiendo acatar las directivas de los profesionales intervinientes”.
“Prohíbese a los abuelos paternos y maternos incidir negativamente o alterar la imagen de sus padres, debiendo seguir las indicaciones de los profesionales de los niños”, agrega.
“Impónese a los abuelos paternos la obligación de mantener la asistencia de los niños al mismo centro educativo donde lo hicieron el año pasado, sin realizar cambios, hasta que lo aconsejen los profesionales tratantes de los niños”, indica la magistrada.
Por último, se intima “a los abuelos paternos a regularizar la habilitación de la cantina (que funciona) en su domicilio ante las autoridades competentes en plazo de 30 días o proceder a la clausura, impidiendo todo contacto directo entre el comercio y el domicilio así como el ingreso de los niños a la cantina”.