70 años de Cultivadores de Arroz

La ACA celebra hoy 8 de febrero el septuagésimo aniversario de fundación, recordando a los socios iniciales y el trabajo durante este lapso.

La reunión será en Montevideo, en la sede del organismo que tuvo al Ing. Eugenio Topolanski como Primer Presidente y entre sus fundadores a los productores; Ing. Agr. Francisco Gigena, Dr. Alberto C. Morelli, Sr. Armando Laxalde, Sr. Ricardo León Martínez y al Sr. Federico Radunz.

El cultivo se encuentra presente en la historia productiva del Uruguay desde los inicios del siglo XX. En 1940 se sanciona la Ley Arrocera y a principios de 1947 los productores, con una gran visión de futuro, fundan la Asociación Cultivadores de Arroz.

A partir de su creación, la ACA pasa a representar de manera legítima al conjunto de la familia arrocera, que tanto ha contribuido a la actividad económica nacional, generando bienestar y desarrollo para amplias regiones del país. A lo largo de su vasta trayectoria, la Asociación ha sido capaz de ir superando las dificultades de cada contexto histórico, más allá de los avatares económicos y sociales, haciendo prevalecer la unión del colectivo e invocando los valores de trabajo y esfuerzo que desplegaron en su momento aquellos primeros pioneros.

Durante la velada, la invitación agrega que: «con motivo de celebrar nuestro 70º aniversario queremos invitarlos a compartir anécdotas, recuerdos y un brindis, y aprovechar la ocasión para reflexionar sobre el rol del cultivo en nuestro país».

Importación de combustibles

Según publica El País Rural a través del periodista Pablo Antúnez, la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA) pidió días pasados la “libre importación de combustible y abrir la prestación de servicios monopólicos a otros actores, siempre que puedan y se comprometan a prestarlos a menores valores en sana competencia con los organismos públicos”.

A través de un comunicado, al igual que otras gremiales de productores, los arroceros dicen tener la  sensación de que  sus reclamos, así como los de otras gremiales y del sector privado en general, “no sean comprendidos y atendidos por el sistema político”. Por eso, la ACA exhortó a la sociedad toda a  transitar un camino que busque, además, “asegurar que la responsabilidad fiscal, con la que estamos de acuerdo, no sea resuelta siempre con más aportes de trabajadores y empresas, y sí con una verdadera reforma del Estado, por la cual el país viene esperando desde hace décadas”, afirmó el comunicado.

El aumento de tarifas de los servicios prestados por las empresas del Estado llega en la mitad de la zafra agrícola. En especial “combustibles y energía eléctrica afectan directamente los costos de la producción arrocera, muy golpeada por los altos egresos de producir en el Uruguay para competir en el mercado mundial. Más aún cuando se observa claramente que dichos aumentos responden a las necesidades puntuales de un Estado que ha demostrado no poder ajustar internamente el equilibrio entre ingresos y gastos, como sí debemos hacerlo los que nos desenvolvemos en actividades privadas”, remarcó el comunicado.

El sector arrocero es uno de los que más combustible por hectárea utiliza —a razón de entre 150 y 170 litros de gasoil  por hectárea— y en los últimos años, las bombas usadas para inundar las chacras se pasaron de gasoil a energía eléctrica; por eso el incremento  de las tarifas le pega fuerte.

“La suba de las tarifas castiga más porque los sectores primarios no podemos transferir los costos al precio de venta.  Es diferente a cualquier otra producción industrial o que venda a mercado interno, que puede transferir los costos”, explicó a El País el presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA), Ernesto Stirling.

“Los números se van a poniendo cada vez más difíciles, porque los costos de producción no bajaron”, agregó Stirling a El País.

Cultivos. En cuanto al desarrollo de los cultivos del cereal, Stirling dijo que a diferencia de la zafra pasada el arroz se implantó bien, pero admitió que en algunos lugares está faltando un poco de sol. “Las chacras se sembraron en tiempo y forma, no existieron los problemas de inundaciones del año pasado que fueron terribles en la siembra y la cosecha”, destacó el titular de la ACA. Aun así, todavía queda mucho por delante, pues faltan casi tres meses y medio de ciclo productivo.

En la zafra anterior se plantaron 166.000 hectáreas —en esta zafra el área es bastante similar, alrededor de 165.000 ha— pero el rendimiento cayó 6% respecto al ejercicio agrícola anterior por el clima, lo que marcó una caída de 3,4% en la producción, según los datos de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa). Con un área sembrada en la presente zafra muy similar a la anterior y estimando un rendimiento promedio de 8.200 kilos por hectárea, la producción alcanzaría más de 1.330.000 toneladas cáscara.

En cuanto a embarques, Stirling destacó un negocio que se venía manejando desde 2016, consistente en la colocación de un barco con arroz Paddy en Venezuela (con cáscara) por unas 25.000 toneladas. La industria enviará un segundo barco a Irán por 30.000 toneladas (el primero salió en 2016).

Publica El País Rural, el 11 de enero del presente año.

 

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