Dotación “Antarkos 33”

“Tener una estación en esta parte del mundo es un orgullo y un privilegio para Uruguay”, dijo el jefe de la Base Científica Antártica Artigas, Gustavo Dal Monte, tras resaltar que la dotación “Antarkos 33”, a su cargo, es excelente y está comprometida con su misión”. “Formar parte de ella no solo es un desafío personal sino que lo es para el país”, agregó, en relación a la responsabilidad que les espera en este año de campaña.

Dal Monte precisó que aguarda lo mejor en esta campaña que se ha sucedido cada año desde la fundación de la Base Artigas el 22 de diciembre de 1984, cuando llegó a esta zona por primera vez un contingente de científicos y personal del Instituto Antártico Uruguayo (IAU). Antes de ellos se habían realizado varios viajes exploratorios y de estudio para decidir el lugar de instalación.

Actualmente la estación cuenta con un edificio, inaugurado en 2006 en la isla Rey Jorge, que está destinado a laboratorios, sala de conferencias y alojamientos. Existe además un área de servicios, donde están los generadores de UTE, un comedor; sala de radio, departamento sanitario,  área de servicio en la que se realiza la clasificación y tratado de la basura, un depósito de abastecimiento, talleres y un hangar.

El edificio montado en esta isla de unos 10 kilómetros de largo por cinco de ancho, perteneciente al archipiélago Shetland del Sur, cuenta además con un parque de tanques que permite que la descarga de combustible se realice directamente en la Base (durante muchos años para esta maniobra se utilizaban los tanques rusos).

Antarkos 33
El servicio sanitario de la Base Artigas está a cargo del médico Mateo Schanzembach y de la enfermera Viviana Panosian. Su tarea comprende, entre otras cosas, la inspección de los bebederos de agua, el control enzimático de los residuos y suministro de fàrmacos, el envío de partes mensuales al IAU y, especialmente, el abastecimiento de la medicación para todo el invierno.

Schanzembach contó que, además de atender al personal de la dotación, asisten a científicos, visitantes y personal de otras bases, pues varias de las estaciones vecinas “no cuentan con la medicación que nosotros poseemos y, como contraparte, utilizamos determinado equipamiento médico del que no contamos”, explicó.

“La colaboración y la cooperación son también en nuestra área el pilar sobre el que basa nuestro trabajo”, destacó en referencia a las buenas relaciones con las bases cercanas.

Otra de las áreas es la cocina, con Denis Ferreira como encargado, quien para esta campaña de verano cuenta con Robert Borges en calidad de asistente.

Con el buque que llegó la semana pasada llegó la mayor parte de los víveres, como carne bovina, pollos, pescado y verduras congeladas, que son puestos en un frigorífico para poder ser consumido a los largo del año. La fruta fresca es más fácil de obtener con el arribo de los vuelos en el verano.

El tipo de alimentación es la misma que en Uruguay, en cuanto a menú y calorías, explicó Borges. Durante los meses de invierno, el trabajo disminuye ya que en la base solo quedan 12 personas.

“Si bien se pasa por momentos difíciles, el balance siempre es positivo”, pues “somos un gran familia y la Base Artigas es para todos nuestra segunda casa”, aseguró.

La Sala de Comunicaciones es una de las áreas más importantes de la Base, que tiene como responsables a Walter Monzón y Narda Motta. Uno de sus principales objetivos es mantener las comunicaciones con el buque y los aviones para los arribos y aterrizajes.

A través de un sistema HF se realiza la comunicación con las bases más cercanas, que son las de Rusia, China, Chile y de Corea del Sur. Esto es fundamental, principalmente en los meses de invierno que muchas veces es imposible trasladarse, explicó. “Las comunicaciones actualmente son excelentes”, apuntó.

La dotación del “Antarkos 33” está compuesta además por Ana Mabel Silva, encargada de logística, los buzos Luis Rodríguez y Fabián Picos, el mecánico automotor Heber Fleitas y el electricista Heber Ríos.

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