Motín en Las Rosas

Foto Ilustrativa

Dos internos heridos leves, importantes destrozos en espacios comunes y una veintena de traslados a distintas cárceles, es el saldo del motín ocurrido la madrugada de éste miércoles en la cárcel de Las Rosas. El INR radicó denuncia penal por los daños y amenazas a policías.

Según informó el director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Crisoldo Caraballo, el motín se produjo en el entorno de la hora 4.00 de este miércoles 21 de diciembre, cuando la guardia penitenciaria procedía a retirar a un interno de su celda para ser trasladado a otra unidad.

“Él se resiste a ser trasladado; en esas circunstancia los policías se repliegan, ahí el interno los amenaza y logra acceder a una llave de las demás puertas, y abre el resto de las puertas”, dijo el director del INR al explicar las causas que desataron el motín de las últimas horas.

El jerarca afirmó que entre 40 y 50 reclusos salieron de sus celdas hacia el patio, y comenzaron con los destrozos en espacios comunes como salones, enfermería y sala de guardia, cuando la Policía ya se había replegado para evitar un enfrentamiento cuerpo a cuerpo.

Caraballo dijo que ante la situación se solicitó apoyo a la subdirección nacional operativa y a la Guardia Republicana, y que “tras dialogar con los internos se logró controlar la situación”. Todos fueron revisados por el cuerpo médico, constatándose que dos de ellos se encontraban con heridas leves.

Estos últimos fueron trasladados al hospital Florencio Alvariza de la ciudad de San Carlos, en tanto que más tarde “fueron identificados los 20 internos que protagonizaron estos incidentes y serán trasladados a otras unidades penitenciarias de mayor seguridad del país”.

El director del INR, subrayó que Policía Científica hizo un relevamiento fotográfico de los destrozos ocasionados porque esta tarde se radicaría una denuncia penal en Maldonado, tanto por los daños como por las amenazas que recibieron varios efectivos policiales.

No oficial

Lo que no mencionó el director del INR, es que los amotinados estaban fuertemente armados con cortes carcelarios de todo tipo, lo que para algunas fuentes consultadas indica que la revuelta pudo haber estado preparada, más allá de que un interno iba a ser trasladado.

Por otra parte, tampoco dio cuenta de un repliegue masivo de policías y guardia cárceles, que según las fuentes llegaron a temer por sus vidas, cuando observaron que los primeros amotinados, iban abriendo celdas e incrementando el número de exaltados que ganaron distintos espacios.

El jerarca no confirmó si se utilizó munición no letal para contener el avance de los amotinados, cuando en un comienzo se pensó que la situación sería controlada sin la necesidad de solicitar la presencia de fuerzas especiales. Personal del Ejército a cargo de la guardia perimetral, no tuvo que actuar.

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