Así es como se define la acompañante brasileña que vino de visita a Treinta y Tres y que fuera quién estuvo al pendiente de Erika Fleitas durante su estadía en el Hospital Sirio Libanés en San Pablo.
Llegó con sus tres hijos y poco después lo hizo su esposo, deseosos de conocer nuestra Ciudad y a la gente, la mayoría contactos con los que mantuvo comunicación por las redes sociales como ser Facebook.
Muy feliz, comentó Damares, conocí a muchos amigos que nos han acompañado en este tiempo de tratamiento de Erika, me encantó la Ciudad y muy encantada con todo, el clima, las personas, la tranquilidad, la belleza, todo muy bello y muy limpio, me encanta.
Es algo diferente a lo que estás acostumbrada en San Pablo, ¿es otro ajetreo? – Damares – sí, mucho, es un desafío para nosotros porque allá es muy violento, los niños no pueden jugar en la calle, no andan solos y acá son más libres, pueden andar tranquilos, mi hijo jugó a la pelota, jugó con los perros, una realidad muy diferente.
Como llegaste a contactarte con Erika, con su familia, ¿cómo fue ese acompañamiento?- Damares – Lo que pasó es que hice un grupo en Facebook llamado, “Leer es Crecer”, es un grupo de poesía, muchas cosas que son de lectura y es de todo Latinoamérica y algunos de Europa y de allá hicimos un grupo en Watts App con un uruguayo, una brasilera, mexicana, colombiana, ecuatoriana y conocí a una chica llamada Verónica Toky y cuándo Erika necesitó ir a San Pablo y me pidió que divulgase, que hablase sobre la campaña y dije, no, no, voy a conocerla y fue amor a primera vista porque Erika y Nela son encantadoras y entonces pude acompañarla a la quimio, conocí a los médicos, oncólogo, cardiólogo, todo y cuándo se quedó enferma en UCI hicimos todo el tiempo juntos ayudando en una cosa y otra.
¡Qué lindo!, porque gracias a ti y esa dedicación estábamos bien informados – Damares – Si, sí, yo empecé a hacer el video por eso, porque la gente a veces preguntaba y a Nela se le complicaba contestar a todos y cuidar de Erika, porque se bajó de peso, a veces tiene alguna dificultad para comer porque la comida es muy diferente, entonces toda una adaptación del clima que es muy diferente, la lengua que ellos no hablan, todo, entonces para que la gente se quedase más tranquila empecé a hacer unos videos y los videos fueron tomando algunas proporciones y la gente se quedó muy agradecida pero la agradecida soy yo porque aprendí mucho con Erika y Nela.
Emocionalmente Erika estaba súper contenida…. – Damares – Ahh, sí, nos quedábamos juntas y me hacía tomar el mate y me daba el mate más caliente y primer mate bien amargo para que me vea “aghh” y se reía y cuándo estaba bueno el tiempo salíamos a caminar un poco y conocer muchos lugares entonces fue un tiempo muy bueno y ahora estamos felices porque ella está de alta, está en el Hotel haciendo adaptación para que se pueda volver y creo, “es cierto” que viene para Navidad, un sueño después de tanta cosa.
Mari Liduvino, hija de Damares también aportó algo sobre su visita a Treinta y Tres; para mí es perfecto, muy lindo, amé, amé.
Lo que más me gustó y llamó la atención es que todos están afuera, hasta la noche, no es así San Pablo, es muy diferente, acá es más tranquilo.
Damares – Lo que nos gustó es la seguridad, porque allá no tienen eso, ir a lugares y salir y caminar, eso no tiene allá, quedamos más atrapados, todo cerrado y acá la gente deja la puerta abierta y los muros son bajos, es muy tranquilo y la gente muy amable.
Por su parte el esposo de Damares comentó; mi nombre es Paolo, me gustó mucho Treinta Y tres, yo llegué un día después, es todo muy tranquilo, muy amable, muy acogedor, una Ciudad muy bonita.
Llegamos primero a Montevideo y después para acá y ahora disfrutando y comiendo, la comida es muy diferente, la carne es muy sabrosa, muy gustosa.
Para sellar su amor por Uruguay Damares se tatuó el Pabellón Nacional en la muñeca del brazo izquierdo.